La viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura, Leslie Urteaga Peña, participó en la ceremonia de reconocimiento oficial de la Basílica de María Auxiliadora de Lima, ubicada en el distrito de Breña, como Patrimonio Cultural de la Nación.
Como tal, se incorporó solemnemente a la basílica, mediante la develación de una placa de mármol conmemorativa, así como la colocación del escudo azul de Unesco.
“Esta resolución nos hace muy felices porque no solo reconoce el valor artístico, social, histórico, cultural y educativo, sino también religioso. Para el Perú, uno de los deberes culturales más importantes es el valor del uso social que se da en beneficio responsable para la ciudadanía, y más en esta iglesia centenaria reconocida por el papa Juan XXIII”, indicó la funcionaria.
MOTIVACIÓN
“Es un reconocimiento que entregamos en nuestro bicentenario. Esta declaratoria es un motivo de felicidad para la comunidad salesiana. El Estado reconoce la protección y preservación del edificio y lo que contiene. Este trabajo es fruto de la unión de las autoridades, sociedad civil y comunidad religiosa para poner en valor y dar relevancia a nuestro patrimonio”, señaló, además, la viceministra.
En el evento también participaron el alcalde de Lima, Jorge Muñoz; el obispo auxiliar de Lima, monseñor Juan José Salaverry; el embajador de Italia en el Perú, Giancarlo María Curcio; la directora del Proyecto Especial Bicentenario, Laura Martínez; y el superior provincial de los Salesianos del Perú, padre Manuel Cayo, entre otras autoridades.
REGALO AL PAÍS
La Basílica de María Auxiliadora de Lima es el principal templo de la Congregación Salesiana del Perú. Fue inaugurada en julio de 1921, durante las celebraciones por el primer centenario de la independencia. Se encuentra en la segunda cuadra de la avenida Brasil, distrito de Breña. En el 2021 se celebra el año jubilar de su centenario. La Basílica de María Auxiliadora fue un “Homenaje nacional por el Centenario de la Independencia del Perú”.
Este título fue asignado en 1916 por el nuncio apostólico, monseñor Angelo Scapardini, y contó con el respaldo del arzobispo de Lima, monseñor Pedro Manuel García Naranjo, así con el del conjunto de obispos de las diócesis del país, que remitieron cartas de adhesión y contribuciones económicas para su construcción, lo que confirmó la connotación nacional de este homenaje.
Durante un siglo ha acogido en su interior obras maestras de arte eclesiástico que sintetizan la fe del pueblo del Perú.
Fuente: andina.pe