CIUDAD DE MÉXICO.- La economía mexicana se recuperará en el 2020, con un pronóstico de crecimiento de 1.3% del PIB, aunque hay riesgos e incertidumbre, en particular con la relación comercial de Estados Unidos, expresó este lunes el economista jefe de BBVA en México, Carlos Serrano.
La «clave» para el crecimiento del próximo año será la ratificación del nuevo Tratado comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), congelado en la Cámara Baja en Washington, comentó Serrano al presentar el informe «Situación México», que prevé un crecimiento del PIB de entre -0.2% y 0.2% para este año, el mismo rango establecido por el Banco de México.
«Si se ratifica, pensamos que puede haber un mayor ritmo de inversiones, lo cual significaría mayor crecimiento porque el clima de incertidumbre que prevalece se puede reducir, entonces ese será un factor clave. Pero también esto habrá que sopesarlo contra una posible desaceleración de la manufactura», aseveró.
El proteccionismo y la desaceleración de la economía de Estados Unidos, que crecería solo 1.8% el próximo año, según BBVA, ha afectado a las exportaciones y manufacturas mexicanas, argumentó el economista.
Esto ha contribuido al estancamiento de la economía mexicana, lo que se refleja en una caída anual de 7.6% en la venta de autos ligeros hasta noviembre, uno de los principales indicadores de consumo interno, según Serrano.
Además, el empleo formal creció solo un 1.8% anual hasta octubre, la tasa más baja desde el 2010.
Parte de este fenómeno, explicó, es que la inversión privada en México se ha estancado desde mediados del 2016, con la campaña y posterior victoria presidencial de Donald Trump en Estados Unidos.
«La economía del país no está creciendo. El crecimiento en los primeros meses del año fue nulo, sobre todo marcado por la desaceleración del sector industrial y el menor dinamismo de los servicios. Los riesgos para el crecimiento en el largo plazo permanecen», advirtió el especialista.
El economista de BBVA recalcó que la incertidumbre y el bajo crecimiento también obedecen a factores internos, pues la inversión pública se ha contraído cada trimestre, sin excepción, desde el 2012.
La inversión pública, que caerá 5% conforme el presupuesto oficial del próximo año, equivale a menos del 3% del PIB, cuando hace cinco años representaba el 6%, informó Serrano.
Aunque reconoció la disciplina fiscal del actual gobierno, el analista señaló que los ingresos públicos cayeron un 0.3% anual hasta octubre y que el subejercicio de los recursos públicos asciende a 3.5% en comparación con el 0.8% del mismo periodo del 2013, el primer año de la administración anterior encabezada por Enrique Peña Nieto.
«Lo que debe ocurrir es un clima de mayor certidumbre por parte del gobierno federal en cuanto al tipo de políticas públicas que se van a tomar», sugirió.
Entre las recomendaciones del experto de BBVA está una reforma fiscal que aumente la recaudación, sobre todo en la base «no cautivas».
También sugirió revertir la reducción al Impuesto al Valor Agregado (IVA) implementada por este gobierno en la frontera norte y eliminar la exención de este gravamen a los alimentos, con apoyos para los niveles socioeconómicos más bajos.
Al destacar que la inflación acumulada bajó hasta un 2.97%, como informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Serrano consideró que hay oportunidad para que el Banco de México (Banxico) adopte una política menos restrictiva y baje la tasa monetaria hasta 6 % en agosto del 2020.
Además, urgió al Gobierno federal a abrir a la inversión privada la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) para que tenga una verdadera recuperación estructural y no afecte al erario público.
«Lo que puede determinar que (el Gobierno) continúe con esta trayectoria de disciplina fiscal dependerá fundamentalmente de lo que ocurra con Pemex. El principal riesgo que existe en este país para las finanzas públicas es Pemex», concluyó.
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