El gerente de estudios económicos del Banco Central de Reserva (BCR), Adrián Armas, previó hoy viernes que la inflación empezará a disminuir próximamente, luego de incrementarse en marzo, y cerrará este año por debajo de 3%.
“Podemos ver en la primera semana de abril que se ha registrado una reducción de precios en buena parte de los alimentos perecibles y ha aumentado el nivel de abastecimiento del mercado mayorista (de Lima)”, subrayó.
Los alimentos bajaron en promedio 2.5% en la primera semana de abril, luego de que en la última semana de marzo descendieron 1.4%, frente al alza observada en la penúltima semana de abril de 9.5%, según estadísticas del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri).
Reversión de inflación
Armas señaló que en abril de este año se observará una tasa de inflación significativamente menor a la que se registró en marzo (1.3%), la que fue impulsada de manera extraordinaria por el fenómeno climático de El Niño Costero, una situación de lluvias que no se observaba desde 1925.
En ese sentido, proyectó que la inflación volverá a situarse dentro del rango meta del ente emisor (entre 1% y 3%) este año.
“Lo que tenemos actualmente es un fenómeno claro de aumento de la inflación por un choque de oferta, pero cuando estos eventos ocurren posteriormente se tiene una reversión y los precios disminuyen. Esta corrección es la que estamos previendo que empezará a registrarse en los próximos meses”, explicó el funcionario del Banco Central de Reserva.
Asimismo, indicó que a la fecha no hay información de que pueda presentarse ningún otro factor climático que produzca otro choque de oferta que impulse nuevamente la inflación.
Normalización de producción de alimentos
“Asumiendo que no se presenta ningún otro factor climático, porque no hay información que indique ello, eso permitiría que se vaya normalizando la producción de alimentos”, dijo.
De otro lado, explicó que en marzo se produjo la mayor inflación en las ciudades del norte del país afectadas por las lluvias e inundaciones de El Niño Costero, que provocaron un menor flujo comercial por la interrupción de carreteras y retraso en el abastecimiento, además de mayores fletes.
ANDINA