BERLÍN.– La Cancillería alemana abrió hoy domingo en su sede de Berlín un libro de condolencias en honor al excanciller Helmut Kohl, fallecido el pasado viernes a los 87 años, y a la espera de que sus familiares fijen lugar y fecha para sus funerales.
La viceportavoz del Gobierno de Angela Merkel, Ulrike Demmer, informó de la apertura del libro de condolencias en la sede de la capital alemana, que estará a disposición del ciudadano desde este domingo hasta el viernes de la próxima semana.
Para acceder al edificio gubernamental deberá pasarse por controles de seguridad «similares a los de los aeropuertos», especifica la fuente gubernamental en un comunicado, donde se pide a quienes deseen acceder al lugar que no lleven grandes bolsos.
El domicilio de Helmut Kohl en Oggersheim, el barrio de Ludwigshafen (oeste) donde vivió casi toda su vida el político, ha sido desde el viernes en lugar de homenaje continuado al excanciller, récord de permanencia en el cargo en Alemania, ya que gobernó desde 1982 a 1998.
Ante la puerta de la casa depositaron flores desde vecinos del lugar a ciudadanos llegados de otras partes del país, así como una delegación de las Juventudes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que presidió Kohl durante 25 años y que desde el 2000 lidera Merkel.
En medios alemanes se da por hecho que el funeral por Helmut Kohl tendrá rango de acto de Estado y que se celebrará en la catedral de Espira (Speyer, en alemán), lugar muy vinculado a la historia personal y política del fallecido político.
El presidente de la Comisión Europea (CE), el luxemburgués Jean-Claude Juncker, propuso hoy domingo desde el dominical popular diario Bild que se le dedique además un acto al más alto nivel en Estrasburgo (Francia), en recuerdo del canciller identificado con la reunificación alemana y la unidad europea.
Espira se considera el lugar más idóneo para dedicarle un funeral de Estado en Alemania, por tratarse de una ciudad ligada tanto a la juventud del político como a larga etapa en el poder.
En esta ciudad tuvo Helmut Kohl su «refugio espiritual», en sus tiempos de estudiante en la vecina ciudad de Heidelberg, y su catedral fue el lugar que en sus años como canciller recorrió junto a 14 jefes de Estado o de Gobierno, incluido el español José María Aznar, en 1996.
Ahí se celebraron asimismo los funerales por su primera esposa, Hannelore Kohl, quien se suicidó en 2001, sola en su casa de Oggersheim, aquejada de una alergia a la luz solar.
La jefa del Gobierno de Renania-Palatinado, la socialdemócrata Malu Dreyer, afirmó a la televisión pública ZDF que su «Land» (estado federado), donde nació y vivió Helmut Kohl, acogerá como un honor un funeral por el político, aunque recordó que la decisión compete a la familia.
Las relaciones entre el fallecido político y sus dos hijos, Walter y Peter Kohl, de 53 y 51 años, fueron tensas desde que en 2008 contrajo matrimonio de nuevo con Maike Richter, 34 años más joven que el excanciller.
Ambos hijos de Helmut Kohl han acusado reiterada y públicamente a Richter de manipuladora y de haberles separado de su padre, con quien definitivamente rompieron todo contacto en 2011.
Walter Kohl acudió el viernes a la casa de Oggersheim y aseguró ante un grupo de periodistas presentes que se había enterado de la muerte de su padre a través de la radio.
EFE/ Video EFE