WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, exigió este lunes al Gobierno cubano que evite la «violencia» en su «intento de silenciar» las inéditas protestas antigubernamentales en Cuba, a las que volvió a expresar todo su apoyo.
«El pueblo cubano está exigiendo su libertad a un régimen autoritario. No creo que hayamos visto nada similar a estas protestas en mucho, mucho tiempo, o quizá jamás, francamente», dijo Biden en declaraciones a la prensa durante un acto en la Casa Blanca.
El presidente añadió que su Gobierno está «firmemente del lado del pueblo de Cuba en su reivindicación de sus derechos universales».
«Y pedimos al Gobierno de Cuba que evite la violencia en su intento de silenciar las voces del pueblo de Cuba», recalcó.
Preguntado por cuándo estará dispuesto a cambiar la política hacia Cuba de su predecesor, Donald Trump (2017-2021), Biden evitó responder directamente.
«Tendremos más que decir sobre Cuba y Haití a medida que avance esta semana. Estén atentos», zanjó.
Los comentarios del presidente en la sala Roosevelt de la Casa Blanca marcaron su segunda reacción del día a las multitudinarias protestas del domingo en Cuba, después del comunicado que emitió unas horas antes.
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En esa nota, Biden describió las protestas como «un llamamiento a la libertad» del pueblo cubano, que a su juicio actuó en «valiente» ejercicio de sus «derechos fundamentales».
«Estados Unidos llama al régimen cubano a escuchar a su pueblo y servir a sus necesidades en este momento clave, en lugar de enriquecerse a sí mismos», indicó el mandatario.
Además, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, negó este lunes que Estados Unidos estuviera detrás de las protestas en Cuba o que el embargo impuesto por EE.UU. sea responsable por completo de la crisis económica y sanitaria que las ha espoleado.
En su rueda de prensa diaria, Psaki afirmó que «todo indica» que fueron «expresiones espontáneas de gente que está exhausta con la mala gestión económica y la represión del Gobierno».
«Estas protestas estuvieron inspiradas por la dura realidad de la vida diaria en Cuba, no por nadie en otro país», añadió Psaki en respuesta a las «acusaciones» de injerencia estadounidense.
La portavoz dijo que de momento no tenía ningún cambio de política hacia Cuba que anunciar, pero aseguró que las protestas han provocado que la Casa Blanca evalúe «cómo puede ayudar directamente al pueblo» cubano.
El Gobierno de Biden demostró hace apenas tres semanas que no tenía especial interés en revocar la política de Trump, al votar en contra de la resolución anual de la ONU que condena el embargo estadounidense, en lugar de abstenerse, como hizo el Ejecutivo del expresidente Barack Obama (2009-2017).
Las protestas del domingo fueron las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado «maleconazo» de agosto de 1994, y se producen con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad rutinarios.
EFE- Video DW Español