WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó este viernes de ataque flagrante a la Constitución las restricciones que los republicanos han impuesto al voto en Georgia y otros estados.
Anoche el gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, firmó una ley estatal con una reforma, impulsada por los conservadores, que limita el derecho a sufragar al añadir nuevos requisitos para poder votar en caso de querer hacerlo por correo, entre otras disposiciones.
Debido a la pandemia de covid-19, el voto por correo fue fundamental en las elecciones generales de noviembre pasado, en las que Biden se convirtió en el primer candidato presidencial demócrata en ganar en 28 años en ese estado sureño.
En su comunicado, Biden afirmó que la nueva ley es «el Jim Crow del siglo XXI», en referencia a las normas que institucionalizaron la segregación racial en EE.UU. a finales del siglo XIX.
En ese sentido, advirtió de que la reforma de Georgia perjudicará sobre todo a los votantes afroamericanos.
«Entre las partes escandalosas de esta nueva ley estatal, la jornada de votación acaba temprano, por lo que los trabajadores no podrán emitir su sufragio después de sus turnos. Añade restricciones rígidas para votar en ausencia, lo que denegará el voto a electores innumerables», siguió.
«Y convierte -apuntó Biden- en delito proporcionar agua a los votantes mientras esperan en la cola; unas colas que los responsables republicanos han creado reduciendo el número de centros de votación en el estado, de manera desproporcionada en barrios negros».
La reforma en Georgia se produce en un momento en el que los demócratas en el Senado del país intentan aprobar una legislación federal, la llamada Ley por la Gente.
Biden instó al Congreso a dar su visto bueno a esa norma y a la ley por el progreso del derecho al voto John Lewis (por el congresista y defensor de los derechos civiles con el mismo nombre, fallecido en 2020) porque ambas normas, en su opinión, protegerán el derecho al voto de todos los estadounidenses.
Los republicanos controlan 30 de los 50 parlamentos estatales del país y, en las últimas semanas, han aprobado o están considerando leyes que restringen el derecho al voto, lo que se produce después de que en las elecciones de noviembre pasado se alcanzara un récord de participación.
El expresidente y rival de Biden en esos comicios, Donald Trump, no reconoció hasta mediados de enero sus derrota en las elecciones, tras el asalto al Capitolio, y en todo momento afirmó sin pruebas que hubo fraude en los comicios, especialmente en el voto por correo.
En un comunicado, Trump quiso poner la puntilla a la decisión del Congreso estatal de Georgia, al que felicitó por la nueva legislación.
Los georgianos «han aprendido de la parodia de las elecciones presidenciales de 2020, que nunca debería permitirse que pase de nuevo. «¡Muy mal que estos cambios no hayan podido hacerse antes!», dijo el exmandatario.EFE