El grupo terrorista islamista Boko Haram ha secuestrado al menos a dos mil mujeres y niñas en Nigeria desde principios de 2014, divulgó hoy la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).
Cuando se cumple el primer aniversario del secuestro de 276 escolares en Chibok (Nigeria), AI ha publicado un informe en el que alerta del «reinado del terror» impuesto por los terroristas, que han matado a más de 5.500 civiles.
A partir del relato de centenares de testigos, incluidas 28 mujeres y niñas que escaparon del cautiverio, la organización describe los métodos brutales que utiliza el grupo armado en el noreste de Nigeria.
Los terroristas reclutan sistemáticamente a los jóvenes o bien los ejecutan, mientras que las mujeres y las niñas son raptadas y en ocasiones violadas, según AI.
Algunas de ellas son obligadas a casarse con miembros de Boko Haram y a participar en ataques contra la población, en algunos casos contra sus propios pueblos de origen.
«Hombres y mujeres, niños y niñas, cristianos y musulmanes han sido asesinados, secuestrados y explotados durante un reinado del terror que ha afectado a millones de personas», señaló el secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, en una nota emitida desde la sede de la organización en Londres.
Shetty alertó de que las escolares de Chibok son solo una pequeña parte de las mujeres y niñas que han sufrido la brutalidad de Boko Haram.
El grupo terrorista lleva primero a las secuestradas a campos ubicados en zonas remotas para más tarde trasladarlas a pueblos y ciudades donde las adoctrinan y preparan para el matrimonio.
La organización humanitaria ha divulgado nuevas imágenes obtenidas por satélite que muestran la devastación provocada por Boko Haram en Bama, en el noreste de Nigeria.
Las imágenes muestran cómo al menos 5.900 estructuras, aproximadamente el 70 % de la localidad, fueron dañadas o destruidas, incluido el hospital, cuando los terroristas retrocedían ante el avance del ejército, que recuperó la localidad en marzo.
El informe de Amnistía cita el testimonio de Aisha, de 19 años, que fue raptada durante la boda de una amiga en septiembre de 2014 junto con su hermana, la novia y la hermana de ésta.
Boko Haram las llevó a un campo en la región de Adamawa, en el noreste del país, donde vivían unas cien mujeres secuestradas.
Una semana después, los terroristas obligaron a la amiga de Aisha y a su hermana a casarse con dos miembros del grupo, e iniciaron un entrenamiento militar para las cuatro jóvenes.
«Enseñaban a las chicas cómo disparar. A mí me entrenaron para utilizar pistolas, manejar bombas y atacar pueblos», relató Aisha.
«Ese entrenamiento se alargó durante tres semanas. Entonces nos empezaron a enviar a misiones. Yo fui en una misión contra mi propio pueblo», afirmó.
La testigo sostuvo que durante los tres meses que duró su cautiverio fue violada en repetidas ocasiones, a veces por grupos de hasta seis hombres.
También relató cómo vio morir a más de 50 personas a manos de los terroristas, incluida su hermana.
«Algunos de ellos no habían querido convertirse, otros no querían aprender a matar. Les enterraban en una fosa común en el monte. Simplemente juntaban los cadáveres y los echaban a un gran agujero que no era lo suficientemente profundo. Yo no vi el agujero, pero notaba el olor de los cuerpos en descomposición», narro Aisha. (Agencias)