Bolivia aguarda con festival de música y danzas autóctonas Año Nuevo Andino

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LA PAZ (Bolivia) En medio de un festival de música y danzas autóctonas en el complejo arqueológico de Tiwanaku, La Paz, protagonizada por representantes de distintos departamentos, Bolivia recibe hoy el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco 5531.

La ministra de Culturas, Despatriarcalización y Descolonización, Sabina Orellana, confirmó en declaraciones a la prensa la presencia del presidente Luis Arce, y del vicemandatario, David Choquehuanca, quienes arribarán en la madrugada.

A su llegada se llevará a cabo una ceremonia ancestral de agradecimiento a la Madre Tierra y al Tata Wilka (Padre Sol) en ese lugar sagrado, y en la mañana ocurrirá una entrada autóctona con la participación de comunidades de la región.

La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, por su parte, sostuvo que ministros y otros funcionarios gubernamentales estarán en otras regiones del país “porque esto nos une sin duda alguna por lo que significa, es un espacio de mucha conexión, de mucha energía”.

Según esa cartera, los rituales ancestrales para recibir los primeros rayos del sol en el año 5531 del calendario andino, amazónico y chaqueño se realizarán en 200 sitios para que los bolivianos se dirijan a donde más les guste.

Esa fuente precisó que la ministra de Salud, María Renée Castro estará presente en el departamento de Chuquisaca, municipio de San Lucas; el de Educación, Edgar Pary, irá a Huanuni, Potosí.

Participará en Incallajta, Cochabamba, el jefe de la cartera de Defensa, Edmundo Novillo; el titular de Hidrocarburos, Franklin Molina, estará en Samaipata, Santa Cruz, y otras autoridades se desplazarán a otros departamentos del Estado Plurinacional.

Las actividades de celebración comenzaron la víspera a las 06:00 hora de Bolivia con una ofrenda a la Madre Tierra en la Plaza San Francisco, en La Paz, encabezada por Orellana.

Según la ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización se realizó en ese sitio porque la catedral existente hoy allí la erigieron los colonialistas europeos sobre las ruinas de una waca o sitio de culto religioso de los aimaras que poblaban esta región.

Para los pueblos indígena originarios, celebrar el Año Nuevo Andino, Amazónico y Chaqueño significa renovar el compromiso con la Pachamama y el Tata Wilka, deidades a las que se les ofrenda la sagrada coca, alcohol para la ch`allá y otros elementos como símbolo de reverencia y agradecimiento.

El solsticio de invierno, Wilka Kuti para la cultura aymara, Inti Raymi para los quechua y Lucero del Alba para las tierras bajas es un tiempo trascendental que representa la reconfiguración de las energías en todo el mundo.

A propuesta de Bolivia, en 2019 Naciones Unidas aprobó la Resolución 73/300 que considera la celebración del solsticio como un acontecimiento que constituye una unidad del patrimonio.

Decenas de indígenas, sobre todo aimaras y quechuas, aguardaron desde la madrugada la salida del sol o «Tata Inti» para recibir su energía, algunos interpretando melodías autóctonas en el templo tiahuanacota de Kalasasaya, donde se realizaron los actos centrales.

Fuente y foto Prensa Latina

 

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