LA PAZ (Bolivia).- El Gobierno de Bolivia espera en el 2018 «seguir siendo los campeones de la economía latinoamericana», con un crecimiento económico superior al 4.5% respecto a 2017, aseguró hoy el vicepresidente del país, Álvaro García Linera (foto).
Bolivia cuenta con «el modelo económico más exitoso del continente», defendió el vicepresidente en una comparecencia ante los medios.
García Linera subrayó que mientras otros países de la región crecieron al 1% anual debido a la crisis económica, e incluso sufrieron regresión, su país mantuvo crecimientos sobre el 4%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó el pasado octubre ligeramente al alza el crecimiento económico de Latinoamérica y el Caribe para el 2017 a 1.2% y mantuvo sus perspectivas para el 2018 en 1.9%, tras dos años de recesión en la región.
El proyecto del Presupuesto General del Estado de Bolivia para el 2018 prevé un crecimiento económico del 4.7%, frente al 4% que se espera al término de 2017 y al 4.3% alcanzado en 2016.
Al respecto, el político advirtió de que solo Panamá supera a Bolivia «porque tiene dos mares», al encontrarse entre el Atlántico y el Pacífico, pero la economía boliviana «con mar» crecería a su juicio al 6%.
Las estimaciones del Gobierno panameño y de organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) o el FMI prevén que Panamá crezca incluso por encima del 5,5% el próximo año.
En este contexto, «2018 se presenta con muy buena cara para Bolivia», auguró el vicepresidente del Ejecutivo presidido por Evo Morales, confiado en que será «un año de nuevas conquistas económicas en favor de cada familia boliviana».
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El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera quien habla hoy, miércoles 27 de diciembre de 2017, durante un encuentro con los medios en La Paz (Bolivia). EFE |
García Linera citó «indicadores objetivos» como la recuperación del precio del petróleo y de los minerales, ya que los hidrocarburos y otros recursos energéticos representan una de las principales fuentes de ingresos del país.
Asimismo, destacó el crecimiento del sector agrario, la revitalización de la inversión extranjera y el mantenimiento de la inversión pública.
Las previsiones del Gobierno boliviano para el próximo año incluyen una inflación del 4.49% y un déficit fiscal en torno al 8,3% con relación a su producto interior bruto (PIB), según el proyecto de Presupuestos.
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