LA PAZ (Bolivia).- Las fuerzas políticas y el órgano electoral de Bolivia acordaron que el 6 de septiembre sea la fecha en que como muy tarde deben celebrarse las elecciones pendientes en el país.
El acuerdo, que tiene que ser refrendado por una ley en el Parlamento, fue presentado este martes en La Paz por candidatos y miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Las elecciones generales estaban previstas para el pasado 3 de mayo, pero a finales de marzo fueron aplazadas sin fecha al declarar el Gobierno interino del país estado de emergencia sanitaria por la COVID-19.
El pasado 30 de abril el Parlamento boliviano, con la mayoría del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, promulgó una ley en contra de la voluntad del Ejecutivo transitorio de Jeanine Áñez, que daba un plazo máximo de noventa días para ir a las urnas, hasta el 2 de agosto.
El acuerdo entre las candidaturas y el órgano electoral supone que ese plazo será ahora hasta el 6 de septiembre como máximo, una vez que la Asamblea Legislativa refrende un proyecto de ley que enviará el TSE, como es de esperar dado que el MAS forma parte del acuerdo y tiene mayoría parlamentaria.
El órgano electoral es el que fija la fecha de los comicios en Bolivia y las declaraciones tras el acuerdo apuntan a que serán ese primer domingo de septiembre.
El presidente del TSE, Salvador Romero, declaró ante los medios que el proyecto de ley acordado es fruto del diálogo entre las ocho candidaturas, tras entender que la prioridad en el país es la salud mientras sigue la cuarentena por el coronavirus.
Romero indicó que el proceso electoral entra en un nuevo «compás de espera», pues hasta julio no se prevé reanudar el calendario, para a partir de entonces fijar «de manera concertada» la fecha de votación.
La comparecencia, rodeado de candidatos, incluyó un mensaje de «tranquilidad» a la sociedad, tras protestas en las últimas semanas por la demora en las elecciones y la ampliación de la cuarentena, que se ha flexibilizado en parte del país desde este pasado lunes pero se mantiene rígida regiones más afectadas por la pandemia.
Un pronunciamiento del órgano electoral sobre este acuerdo define a estos comicios como los más complejos en la historia democrática de Bolivia.
El país tiene que elegir presidente, vicepresidente, senadores y diputados, después de que fueran anuladas las elecciones de octubre pasado en las que Morales había sido declarado vencedor para un cuarto mandato seguido, entre denuncias tanto de fraude a su favor como de un golpe de Estado para arrebatarle la victoria y derrocarlo.
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