LA PAZ.- Un fiscal boliviano tuvo que acudir a una comunidad rural a recolectar papas a modo de condena, después de que la Justicia comunitaria, reconocida en la Constitución de Bolivia, le impusiera este castigo por no asistir a una reunión a la que se le había convocado, informaron hoy medios locales.
El fiscal Leopoldo Chui aceptó la condena dictada por las autoridades originarias de la comunidad Queascapa, en el departamento de La Paz, por no haberse presentado el pasado 20 de febrero a una reunión en la que debía explicar una disputa por terrenos entre dos familias, según un reporte de la radio Erbol.
Chui fue condenado a cosechar este lunes tres surcos de cultivos de papa, aunque finalmente las autoridades indígenas le redujeron la pena a un solo surco.
El funcionario se presentó voluntariamente a cumplir la sanción y cosechó las papas con herramientas que le prestaron los habitantes.
«Hubiéramos querido que sean tres surcos, pero somos humanos», declaró el secretario de Justicia de la comunidad Queascapa, Félix Callisaya.
Cumplida la condena, el fiscal pudo incluso llevarse parte de la cosecha, ya que los pobladores consideraron justo que se quedara con el fruto de su trabajo.
La Justicia Indígena Originaria Campesina está reconocida en la Constitución boliviana (2009) al mismo nivel que la Justicia ordinaria, y aunque no establece ni ampara la pena de muerte ni los castigos físicos, es invocada con frecuencia por pobladores de zonas rurales para cometer linchamientos.
Según organizaciones de defensa de los derechos humanos, en Bolivia se producen entre diez y veinte casos de linchamientos consumados cada año, y una cifra mayor de intentos.