LA PAZ.- El anuncio de la retirada de la candidatura electoral por parte de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fue visto en el país tanto como un gesto a favor de otros contendientes como una derrota anticipada.
Áñez anunció que declina la candidatura al frente de la alianza Juntos con un llamado a que haya un candidato de unidad frente al Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, primero en las encuestas.
El político y empresario Samuel Doria Medina, que iba de candidato a vicepresidente con Áñez, escribió en Twitter que el retiro de ambos supone un «aporte sincero, incondicional, sin cálculos subalternos, despojado de todo interés personal».
Al igual que su hasta ahora compañera de fórmula, apostó por «la formación de un bloque unitario que logre detener el retorno del MAS en las próximas elecciones».
«Con un triunfo del MAS, (…) comenzaría el tiempo de la revancha, la persecución de los que lucharon por la libertad, la guerra del Gobierno contra el oriente del país, el estancamiento económico. No puedo permitirlo», advirtió en la red social.
Varios ministros del Gobierno transitorio aplaudieron la decisión de Áñez.
El candidato de la agrupación Comunidad Ciudadana, el expresidente Carlos Mesa, segundo en las encuestas, aseguró en Twitter que valora la decisión de Áñez como «una contribución a la democracia».
«Estamos siempre dispuestos al diálogo. La decisión de cerrarle el paso al MAS y abrir una nueva etapa donde primero esté la gente siempre será del pueblo boliviano», apuntó.
VOCES CRÍTICAS HACIA ÁÑEZ
«No es un desprendimiento, es una derrota. Se desplomó su candidatura desde que cedió, se arrodilló y pactó con el ‘masismo'», criticó por su parte otro de los principales candidatos, Luis Fernando Camacho, de la alianza Creemos.
El exlíder cívico Camacho consideró que la de Áñez era una candidatura «artificial, sostenida por encuestas amañadas».
El candidato de la alianza Libre 21, el expresidente Jorge Quiroga, publicó en redes sociales que «hoy terminó lo que nunca debió empezar, la Presidente bajó su candidatura».
«Extendimos mandato solo para hacer elecciones, no cumplió. Eso fortaleció al MAS, dañó la transición, erosionó la economía», agregó.
Añez asumió el poder de forma interina en noviembre pasado con la convocatoria de elecciones como una de sus prioridades, pero los comicios previstos primero para mayo se pospusieron a septiembre y ahora a octubre por la pandemia de la COVID-19, entre críticas de que intentaba prorrogarse todo lo posible en el poder.
Evo Morales había advertido este miércoles en redes sociales que Áñez y su Gobierno «están en caída libre» y que renunciaría «por la unidad de la derecha, pero Bolivia sabe que lo hará por negociar impunidad. El 18 de octubre recuperaremos la democracia y venceremos a la crisis».
El anuncio de Áñez se produjo un día después de que la encuesta electoral más amplia difundida hasta ahora en el país la situó en cuarto lugar en intención de voto, lejos incluso de poder disputar una segunda vuelta con el primero en los sondeos, el candidato del MAS, Luis Arce.
La alianza Juntos era una de las ocho candidaturas para las elecciones. EFE