SANTA CRUZ/Bolivia.- Una requisa en la cárcel de Palmasola en Santa Cruz (este), considerada la más peligrosa de Bolivia, provocó una descomunal reyerta y la intervención policial que retomó el control del presidio con el saldo de 7 presos muertos y varios agentes heridos.
El viceministro de Gobierno, José Luis Quiroga, informó a los medios que los fallecidos eran reclusos que fueron los que «han respondido y han resistido a la Policía con armas de fuego».
Además de las bajas del lado de los internos, las autoridades bolivianas reportaron que tres oficiales de Policía sufrieron heridas de bala y más de una decena presentan policontusiones.
“Hoy podemos decir a la población que hemos tomado el control del Recinto Penitenciario de Palmasola”, subrayó el viceministro.
En la madrugada de este miércoles la Policía boliviana efectuó el operativo de requisa con la participación de 2,300 oficiales, para desarticular a los grupos de poder que, según fuentes de las fuerzas de seguridad, mantuvieron el control del penal hasta hace algunas horas.
Quiroga señaló que tras percatarse de la acción policial un grupo de reos prendió fuego a varias garrafas y empezó a disparar a los oficiales.
La operación tuvo como primer paso separar a las mujeres y niños «a otro sector del mismo recinto» para iniciar una requisa minuciosa, se explicó hace algunas horas en un comunicado del Ministerio de Gobierno.
El comandante de la Policía boliviana, Faustino Mendoza, informó que en la operación se encontró una «fabrica destiladora de alcohol» y además un «sinfín de puestos donde había droga (cocaína)», además de «varias plantaciones de marihuana».
El jefe policial también indicó que a partir de esto se «va a reorganizar» el control de esta cárcel que cuenta con miles de internos, en la que además se descubrió que muchas de las celdas contaban incluso con servicio de televisión por cable y conexiones satelitales.
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Otra acción inmediata será el traslado de los reos más peligrosos a centros de máxima seguridad en otras regiones del país, en especial de Víctor Hugo Escobar, conocido como el «Oti», a quien se le atribuye el poder absoluto dentro de la cárcel.
Este es el tercer episodio crítico en Palmasola luego de que hace una semanas saliera a luz el caso de la violación de una niña de ocho años por parte de un interno, que además realizó la grabación de más de cincuenta de esos abusos en su teléfono móvil. (ECHA- Agencias)