LA PAZ.- El Parlamento boliviano tramita una ley para que el 18 de octubre sea la fecha tope para celebrar elecciones, incluso con consecuencias penales para quien intente modificarla.
La ley pasó anoche el trámite inicial en la Cámara de Senadores, para continuar ahora en la de Diputados, que tiene previsto reunirse este jueves.
La norma pretende contribuir a pacificar el país, según el presidente en ejercicio del Senado, Milton Barón, pues en esta jornada Bolivia cumple doce días de protestas continuadas después de que el órgano electoral anunciara un nuevo aplazamiento de los comicios.
Las elecciones generales estaban previstas para el pasado 3 de marzo, pero se pospusieron por la pandemia de la COVID-19, primero al 6 de septiembre y ahora al 18 de octubre.
El texto legal establece que la cita electoral pueda celebrarse «hasta» esa última fecha, de forma «impostergable e inamovible», e insta a la Fiscalía a iniciar procesos penales contra quien intente modificarla.
La ley surge de una reunión celebrada el pasado sábado entre representantes de la Asamblea Legislativa o Parlamento y el Tribunal Supremo Electoral, que es el que convoca elecciones en Bolivia y fija las fechas.
La reunión fue uno de los intentos de diálogo fallidos el pasado fin de semana para acabar con las protestas, al igual que otra convocada el domingo por la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez.
La Central Obrera Boliviana, uno de los principales convocantes de las movilizaciones, rechazó levantar las protestas, tras acudir a la convocatoria en el Parlamento, sin asistir en cambio a la convocada por Áñez.
Las protestas incluyen cortes de carretera que el Gobierno interino del país ha denunciado incluso ante la comunidad internacional, advirtiendo del desabastecimiento de alimentos y de insumos médicos en plena emergencia sanitaria por la pandemia de la COVID-19.
Además de haber presentado denuncias ante la Fiscalía por cargos como genocidio contra los convocantes y contra dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), incluido el expresidente boliviano Evo Morales, que desde Argentina dirige la campaña electoral del partido, al que el Ejecutivo transitorio acusa de estar detrás de las movilizaciones.
Los manifestantes aseguran que permiten el paso de personal y de suministros de salud, a la vez que acusan a Áñez de represión por motivos políticos y piden su renuncia.
Las elecciones para elegir presidente, vicepresidente, diputados y senadores están pendientes desde la anulación de las celebradas en octubre pasado, en las que Morales fue declarado vencedor entre denuncias de fraude a su favor, aún bajo investigación judicial, tras lo que anunció su renuncia denunciando que era forzado por un golpe de Estado en medio de presiones de militares y policías, entre otras, para privarlo de su cuarta victoria electoral consecutiva y sacarlo del poder tras casi catorce años al frente del país. EFE