BOGOTÁ (Colombia).- Las Bolsas latinoamericanas sufrieron hoy un nuevo «lunes negro» con sesiones suspendidas y la caída de sus principales plazas ante la creciente incertidumbre por el COVID-19 y la bajada de los precios del petróleo, un escenario agudizado por la depreciación que llevó a mínimos históricos a varias divisas frente al dólar.
«Este escalamiento del ruido originalmente generado por el COVID-19 y las respuestas de los países generó una caída en precios de activos de mercados emergentes, y en especial de naciones con exposición al petróleo», explicó hoy a Efe el economista de investigación en la entidad financiera Citi Esteban Tamayo.
Sergio Olarte, economista principal en Scotiabank Colpatria en Colombia, complementó a Efe que el panorama actual «genera temor y hace que la gente pierda apetito por el riesgo y saque su dinero de los países emergentes».
«Los bancos centrales se están anticipando, muy alineados con las decisiones del 2008. La pregunta que uno se haría es: ¿actuar de esta manera no ahondaría más en un pánico mundial? El choque está siendo mucho más duro y permanente de lo que los mercados estaban esperando», comentó.
Pérdidas en Wall Street
Las operaciones de Wall Street se detuvieron 15 minutos después de que el S&P se desplomara un 7%, incrementando la incertidumbre en tanto que no sucedía algo así desde el 1 de diciembre del 2008 en plena crisis financiera.
Esto llevó también a que el rendimiento del índice de referencia del Tesoro a 10 años tocara brevemente un mínimo histórico de 0.318%, agregando otros 30 puntos básicos a una caída sin precedentes en la tasa de interés clave.
Al cierre de la sesión el parqué neoyorquino se hundió luego de que el Dow Jones de Industriales registrara su mayor recorte porcentual desde el 2008, equivalente a 2.013,99 puntos, tras caer 7.79%. Por su parte, el S&P 500 perdió un 7.60% y el Nasdaq retrocedió un 7.29%.
Para rematar la gris jornada, el petróleo de Texas se derrumbó casi un 25% en su peor día desde la Guerra del Golfo y el Brent se restó un 24.13% debido al inicio de un conflicto de precios entre Arabia Saudí y Rusia.
Parálisis en Toronto
La nube del lunes negro se extendió a la Bolsa de Toronto (TSX), que reanudó sus operaciones después de que estas fueran detenidas al perder más de un 7% de su valor pocos minutos después de la apertura de los mercados. Al final, perdió 1.660,78 puntos, un 10.27%.
Caos en Sao Paulo, México y Buenos Aires
En la sesión tuvo que ser suspendida después de que perdiera más de un 10% en tan solo 30 minutos de operaciones.
El corro paulista retomó las operaciones tras media hora aunque poco antes de la media sesión el índice Ibovespa volvía a desplomarse un 8.88% y terminó cerrando en 86.067 enteros tras perder 12.1%, la peor sesión desde septiembre de 1998.
Ante esa situación la prima de riesgo, que analiza la percepción de los inversores sobre la capacidad de un país de pagar sus deudas, escaló en Brasil un 40% hasta los 200 puntos, lo que supone la mayor subida porcentual de la historia para ese indicador.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tuvo su peor caída desde el 22 de octubre del 2008 al bajar 6.42% en su Índice de Precios y Cotizaciones, que se situó en 38.730.56 unidades.
Sumado al ya difícil entorno local, la caída de los mercados globales impactó a Argentina y hoy el índice de riesgo país se disparó hasta los 2,791 puntos básicos, su nivel más alto desde junio de 2005.
El índice S&P Merval de las acciones líderes que se cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se desplomó un 13,75 %, hasta los 30.379,90 puntos.
Chile y Colombia por la misma vía
El principal índice de la Bolsa de Santiago, el IPSA, concluyó en 4.035,8 enteros, lo que supone una caída del 4.58% con respecto al viernes y le coloca como el peor dato desde que comenzaron las protestas.
La Bolsa de Valores de Colombia también suspendió su negociación por 30 minutos tras caer un 10 % en su índice de capitalización (Colcap), que finalmente se ubicó en 1.344,60 puntos tras restarse 10.53% en una sesión en la que además la divisa estadounidense se detuvo en los 3,813.01 pesos, marcando un récord.
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Impacto en las divisas
La depreciación también se sintió con fuerza en la jornada llevando a las monedas latinoamericanas a mínimos históricos como en el caso del real brasileño, que se negoció a 4,728 reales por dólar y marcó un nuevo récord nominal, o el peso chileno, que cerró en 842 unidades por billete verde superando incluso el récord histórico registrado el pasado 28 de noviembre.
Según datos compartidos a Efe por la firma operadora de divisas y «commodities» OANDA, entre las monedas más devaluadas en Latinoamérica en el consolidado del año y coincidiendo con la epidemia del COVID-19 están el real brasileño (17.60%), el peso colombiano (15.70%), el peso mexicano (12.20%), el peso chileno (12%) y el peso argentino (4.40%).
«La depreciación está asociada a las mismas razones por las cuales cayeron los mercados locales en América Latina. En un momento de estrés y de incertidumbre, los inversionistas venden activos en moneda local, compran moneda fuerte (como el dólar) y con esto compran activos seguros (como bonos estadounidense)», afirmó Tamayo.
«Los sectores productores de ‘commodities’ en general son los candidatos a verse más afectados, y otros sectores exportadores beneficiados. En general, una mayor depreciación podría tener un efecto inflacionario, lo cual es un efecto negativo generalizado en materia de costos, particularmente para aquellos sectores que cuentan con un alto porcentaje de insumos importados», apuntó.
EFE/Daniel Salazar Castellanos
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