RÍO DE JANEIRO (Brasil).- El presidente Jair Bolsonaro, obligado por la Justicia, se disculpó públicamente este jueves por unas palabras dirigidas a la diputada Maria do Rosário Nunes, en las que afirmaba que no «merecía» ser violada por «fea».
Bolsonaro publicó un comunicado en su cuenta personal de Twitter, en el que también manifestó su «integral respeto» por las mujeres y aclaró que su pedido de disculpas a la parlamentaria del Partido de los Trabajadores (PT) obedecía a una decisión de los tribunales.
«En razón de una determinación judicial, vengo a pedir perdón públicamente por mis palabras pasadas dirigidas a la diputada Maria do Rosário Nunes«, escribió Bolsonaro en referencia al comentario por el que fue acusado de injuria y promover la violación.
La causa, promovida por la propia diputada, fue suspendida en enero pasado por la Corte Suprema pues, según la Constitución brasileña, un jefe de Estado en ejercicio de su cargo solo puede responder por delitos que hayan sido cometidos durante su mandato y no antes.
Aun así, la Justicia mantuvo una determinación en el sentido de que Bolsonaro debía retratarse de sus declaraciones, lo cual hizo este jueves.
Según el presidente, el episodio, que data del 2003, se enmarca en un «momento de calor» en medio de un «debate ideológico» entre parlamentarios, en el que «tras ser injustamente ofendido por la congresista» y tildado de «violador», él se defendió alegando que ella no merecía ni ser violada.
El mandatario es señalado de machista, racista y homofóbico por sus adversarios políticos y ha sido duramente criticado por el movimiento feminista.
«Recuerdo que en el momento en el que ocurrieron los hechos yo había acabado de defender en la Cámara de Diputados una pena más dura para los autores de violación y crímenes contra la dignidad sexual», añadió el presidente brasileño.
En este sentido, explicó que defender a las víctimas de este tipo de «prácticas repugnantes» fue una «lucha constante» en sus años como parlamentario.
Asimismo, apuntó que el día de su toma de posesión, «el protagonismo fue femenino, ya que la primera dama pronunció su discurso antes que el presidente», tratando el asunto con «naturalidad».
«Reitero que las mujeres brasileñas constituyen una prioridad dentro de mi gobierno, que fue y será demostrado a través de acciones concretas», añadió.
El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el movimiento feminista tomó las calles de Brasil y protestó en contra del Gobierno, la misma jornada en la que el presidente se refería a las mujeres como «joyas raras» y afirmara que haría que se sientan «más representadas» con medidas que respeten sus «sentimientos».
En Brasil, más de 16 millones de mujeres mayores de 16 años sufrieron algún tipo de violencia durante el último año y, de ellas, 536 fueron víctimas de agresión física cada hora, según un estudio divulgado en febrero por el Foro Brasileño de Seguridad Pública y Datafolha.
Además, el gigante suramericano es el quinto país con mayor tasa de feminicidios del mundo.
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