BRUSELAS.- El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, expresó este martes al nuevo gobierno israelí el «compromiso inequívoco» de la UE con la seguridad de Israel, que para los europeos «no es negociable».
Borrell mantuvo hoy una llamada telefónica con el nuevo ministro de Exteriores de Israel, Gabi Ashkenazi, a quien felicitó por su nombramiento y recordó que la UE espera «seguir trabajando con el Gobierno israelí de manera constructiva e integral», en el espíritu de «amistad duradera» que une a las dos partes, según un comunicado del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
El SEAE indicó que los dos políticos mantuvieron un intercambio «honesto y abierto» de puntos de vista sobre diferentes asuntos bilaterales y regionales.
Borrell subrayó el «compromiso inequívoco de la UE con la seguridad del Estado de Israel» que, precisó, «no es negociable para la UE».
Además, el jefe de la diplomacia comunitaria reafirmó la intención de la UE de abordar conjuntamente asuntos de interés y preocupación mutuos y de «trabajar con Israel para promover la paz y la seguridad global y contribuir a construir la confianza», en particular en la región y la vecindad inmediata.
Borrell hizo hincapié en la naturaleza «amplia y profunda» de la relación entre la UE e Israel, con «fuertes lazos políticos, históricos y culturales».
Expresó su voluntad de llevar adelante la cooperación entre las dos partes en diferentes áreas e invitó a Ashkenazi a Bruselas para continuar su diálogo con los ministros europeos «tan pronto como las condiciones lo permitan».
Borrell y Ashkenazi acordaron mantenerse en estrecho contacto, según el SEAE.
Este contacto se produce tras una declaración de Borrell del pasado 18 de mayo, a la que no se sumaron Austria y Hungría, en la que el político español urgía «fuertemente a Israel a abstenerse de cualquier decisión unilateral que llevara a la anexión de cualquier territorio palestino ocupado y que sería, como tal, contraria a la ley internacional».
Además, tomaba nota «con grave preocupación» de los planes del nuevo Gobierno israelí, liderado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el centrista Beny Gantz, de anexión de partes de los territorios palestinos ocupados.
En esa declaración, dejó claro que la ley internacional es un «pilar fundamental del orden internacional basado en normas», y que en ese contexto la UE y sus Estados miembros «no reconocerán ningún cambio en las fronteras de 1967, a menos que sea acordado por israelíes y palestinos».
«La solución con dos Estados, con Jerusalén como la futura capital de ambos Estados, es la única manera de garantizar la paz y la estabilidad en la región», concluyó.
La reacción de Borrell hizo que Israel acusara a la UE de usar una «diplomacia de megáfono», según un comunicado del Ministerio de Exteriores israelí del pasado día 19. EFE