ZAGREB.- El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, abogó este jueves por mejorar la relación con Rusia en asuntos como la energía, el clima o ante conflictos internacionales como el sirio o el libio, pese a las dificultades que atraviesan con Moscú desde la crisis en Ucrania.
Borrell se pronunció así en una declaración a la prensa al concluir la reunión informal de los ministros de Exteriores de la UE, que consistió en una «discusión abierta sin conclusiones, a puerta cerrada, para que participen todos los ministros en una discusión franca y abierta«, explicó.
En la agenda del encuentro figuraron Rusia y Turquía, dos países con los que la UE mantiene relaciones complicadas, según Borrell.
«Nuestras relaciones con esos dos países son difíciles, es seguro, pero tenemos que mejorarlas desde muchos puntos de vista», enfatizó.
En opinión del jefe de la diplomacia de la UE, «hemos estado acumulando dificultades y tenemos que recomenzar un nuevo enfoque para superar estas dificultades».
Borrell recordó que la UE impuso unos principios para guiar sus relaciones con Moscú desde que estalló la crisis separatista prorrusa en Ucrania, que llevó a Rusia a anexionarse ilegalmente la península de Crimea y el enclave de Sebastopol.
«Pero tenemos que incrementar nuestra implicación en asuntos selectivos en los que tenemos que tener una buena asociación con Rusia», alertó, y se refirió en concreto a la energía, el cambio climático, la región del Ártico o a la participación rusa en los conflictos en Siria o Libia, «desempeñando papeles importantes en asuntos que afectan de manera directa a nuestra seguridad».
«Hoy ha habido un enfoque interesante sobre cómo lidiar con ello», apuntó.
Sobre Turquía, Borrell señaló que la situación con ese país está «fuertemente vinculada a la crisis en Idlib», la región del noroeste de Siria donde se han incrementado los combates entre las milicias rebeldes que apoya Ankara y las tropas gubernamentales de Bachar al Asad, respaldadas por Rusia.
«Estamos al principio de una crisis migratoria», consideró, y alertó de «las consecuencias de que los turcos dejen salir a la gente, haciéndoles creer quizá que las fronteras de Europa estaban abiertas».
Según dijo, «tenemos que defender nuestras fronteras», pero a la vez, «conciliar el respeto a los derechos humanos de los migrantes». «Las personas no pueden cruzar las fronteras ilegalmente».
Borrell se refirió a la necesidad de «hablar con los turcos sobre muchos asuntos que afectan directamente a nuestra seguridad, porque Turquía también juega un importante papel en la crisis libia», donde ha enviado tropas en apoyo del Gobierno respaldado por la ONU en Trípoli, que está enfrentado a las fuerzas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, tutor del gobierno no reconocido en Tobruk.
Mañana tendrá lugar la parte formal del Consejo de Exteriores, en la que Borrell avanzó que los ministros tienen la intención de aprobar una declaración sobre la situación en el Mediterráneo oriental.
Esa reunión formal la convocó el político español a instancias sobre todo de Grecia para abordar el recrudecimiento del conflicto en Siria y sus repercusiones en la crisis de refugiados en esa región. EFE