SAO PAULO (Brasil).- La Bolsa de Sao Paulo subió en el 2019 un 31.58% y su índice Ibovespa, referencia del parqué, cerró en 115.645 puntos en un año, el primero con Jair Bolsonaro en el poder, en el que consiguió varios récords por las expectativas económicas y las políticas de corte liberal impulsadas por el Gobierno.
El dólar estadounidense se apreció un 3.5% en el año frente al real brasileño para cerrar negociado a 4,007 reales para la compra y a 4,009 para la venta.
El corro brasileño perdió este lunes, sin embargo, un 0.76% en la última sesión del curso, arrastrado por las principales plazas internacionales, que también cerraron en negativo en la víspera de Nochevieja.
Ello no empañó el expresivo resultado anual, que superó las perspectivas de los analistas económicos ofrecidas a principios de año, coincidiendo con la llegada del ultraderechista Bolsonaro a la Presidencia de Brasil el pasado 1 de enero.
Los inversores han respaldado con rotundidad la política económica liberal que ha promovido su Gobierno, y en particular, al ministro de Economía, Paulo Guedes, un rígido discípulo de la Escuela de Chicago.
La agenda del Ejecutivo se ha basado en reformas estructurales, ajuste fiscal, privatizaciones y concesiones con el objetivo de reducir el desfase en las cuentas públicas del país y reducir al máximo el tamaño del Estado brasileño.
No obstante, el Gobierno apenas ha conseguido aprobar una reforma importante, la de las pensiones, que impuso una serie de restricciones para el acceso a esa prestación, como una edad mínima, entre otros puntos.
También intentó animar el consumo interno con la liberación de unos fondos de garantía laboral. Por otro lado, el índice de desempleo bajó, pero se mantiene por encima de los dos dígitos (11.2% o casi 12 millones de personas).
El compromiso con las políticas de austeridad también ha sido clave para mantener la confianza del mercado financiero.
El déficit público nominal de Brasil fue del equivalente al 6.36% del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos doce meses hasta noviembre, menos que cuando cerró en el 2018, que era del 7.09% del PIB.
Asimismo, los operadores económicos apreciaron que Brasil continúa en la senda de la recuperación y, según previsiones recientes, deberá crecer 1.2% este año y un 2.2% en el 2020.
También influyó en la Bolsa de Sao Paulo la bajada de la tasa oficial de interés al mínimo histórico del 4.50% anual, apoyada en una inflación «extremadamente controlada» (3.27%), según explicó el analista Celson Placido, socio de la escuela Proseek y consultor de inversiones.
«Aunque el PIB estuvo por debajo de las expectativas (…) pero cuando vemos los indicadores de los últimos meses vemos creación de empleo y a la economía comenzando a reaccionar el 2020», matizó a Efe.
En su opinión, las expectativas para el próximo año son de «mejora» ante las futuras reformas -tributaria y administrativa- y las concesiones y licitaciones en el sector de infraestructuras.
«Y eso ayuda a crear empleo y a la vuelta de la confianza», añadió.
Placido consideró que Brasil consiguió superar el impacto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos y cree que el Ibovespa podría llegar a las 130,000 o 140,000 unidades en el 2020.
Con todo, la Bolsa de Sao Paulo perdió este lunes 884 puntos a su puntuación acumulada.
El volumen de negocios alcanzó los 15,346 millones de reales (unos 3,830 millones de dólares) en un total de 1’800,975 operaciones financieras.
Al frente de las ganancias en el Ibovespa figuraron las acciones unitarias del Santander Brasil, filial brasileña del español Banco Santander, que subieron un 2.10%.
También se revalorizaron los títulos de la cárnica Marfrig (2.05%), la siderúrgica Gerdau (1.98%), Energías do Brasil (1.70%) y la red de farmacias Raia Drogasil (1.56%), entre otros valores.
En la otra orilla, la empresa de administración de comercio minorista Via Varejo (-2.87%), la logística ferroviaria Rumo (-2.87%), la red educativa YDUQS -antigua Estacio- (2.66%) y la cervecera Ambev (-2.56%) estuvieron entre las mayores pérdidas de la jornada.
Entre las acciones más negociadas estuvieron las preferenciales de la estatal Petrobras (-1.11%), las ordinarias de la minera Vale (-0.56%) y las similares del Banco do Brasil, la mayor entidad financiera pública del país (-0.28%).
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