RÍO DE JANEIRO.- El Gobierno brasileño mantiene su firme respaldo a Juan Guaidó, pero considera que se precipitó en su intentona de derribar al presidente Nicolás Maduro, en un movimiento «precario» y «muy desorganizado», se lanzó sin contar con la cúpula de las Fuerzas Armadas .
El ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno, que apunta que el líder opositor puede salir debilitado, señala que no se consiguió movilizar a la población organizadamente dejándose llevar por el entusiasmo.
«Parecía una pelea de hinchas de fútbol: gente tirando piedras, otros lanzando bombas… pero nada que tuviera ningún aspecto de una rebelión seria o de una posibilidad real de que eso acabase resultando en una caída del Gobierno», remarcó en declaraciones al diario O Globo.
El máximo responsable de la inteligencia brasileña también indicó que el Gobierno está «muy preocupado» con que la situación se enquiste y derive en una guerra civil que acabe impactando en Brasil, que tiene 2.000 kilómetros de frontera con el país caribeño.
«Hubo precipitación, pero ahora no hay vuelta atrás»,auguró el vicepresidente, Hamilton Mourão.
Públicamente, el Gobierno brasileño descarta tajantemente participar en una intervención militar para apartar a Maduro del poder, pero sí baraja la posibilidad de ceder parte de su territorio para que EEUU pueda invadir el país. (ECHA- Agencias)