SAO PAULO (Brasil).- Los bancos Itaú, Bradesco, Banco do Brasil y Caixa Económica Federal, estos dos últimos de carácter estatal, concentran el 78.65% de las operaciones de crédito en Brasil, informó hoy el Banco Central.
El porcentaje, correspondiente a junio de este año, es ligeramente superior al del mismo mes del 2016, cuando esas entidades financieras poseían el 76.95% de los créditos en Brasil, según señaló el Informe de Estabilidad Financiera divulgado este martes por el organismo emisor.
La diferencia es aún mayor con respecto a la concentración del 54.67% registrada a finales del 2007.
De acuerdo con el reporte, las cuatro instituciones tienen la mayor parte de los activos bancarios (72.98%) y de los depósitos (76.74%) del país.
La tasa media de intereses para préstamos a las familias se ubicó en agosto en el 62.% anual, mientras que para las empresas fue del 24.4%.
En el informe, el Banco Central indicó que la imposición de medidas más restrictivas a la hora de conceder créditos apuntan a una «mejor perspectiva» en la calidad de la cartera crediticia, aunque alertó de los riesgos relacionados con los préstamos a empresas y aquellos concedidos por las entidades estatales.
«La mejora en un ambiente adverso de la economía real poco se reflejó en los indicadores agregados del crédito en el primer semestre del 2017. Aun así, se observa una recuperación del apetito de las instituciones financieras», puntualizó el texto.
La economía brasileña se resiente todavía de los efectos de la grave crisis que afrontó entre el 2015 y 2016 con una caída acumulada de más del siete por ciento en su Producto Interior Bruto (PIB).
No obstante, Brasil creció un 1.0% en el primer trimestre y un 0.2% en el segundo y el mercado financiero prevé que la economía del país suramericano cierre 2017 con una expansión del PIB del 0.72%.
En este sentido, el Banco Central apreció que «con el fin de la recesión, una inflación bajo control y con una caída en la tasa básica de interés y el desempleo» se han reducido «los riesgos a la estabilidad financiera».
«El riesgo de crédito a las familias disminuyó», completó el organismo, al tiempo que alertó de la subida del riesgo para las grandes corporaciones debido a la «preocupación» del mercado por la sostenibilidad fiscal y la crisis política que ha afectado directamente al presidente Michel Temer.
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