RIO DE JANEIRO (Brasil).- El 51 por ciento de los brasileños considera que el expresidente Jair Bolsonaro debería ser inhabilitado para los próximos procesos electorales por sus ataques a las urnas electrónicas y al sistema de votación, según un última encuesta de Datafolha, empresa del grupo de medios de comunicación Folha.
Para la mayoría de los encuestados, que Bolsonaro pierda sus derechos políticos por sus campañas de desprestigio contra el sistema electoral brasileño, incluso antes de tomar posesión en el 2019, es el más correcto de los castigos, sobre todo en opinión de mujeres y sectores con menos recursos económicos.
No obstante, el porcentaje de quienes están en contra de que Bolsonaro sea inhabilitado sigue siendo alto, el 45 por ciento no está a favor de esta medida, en especial entre los sectores más ricos.
Por otro lado, el 4% ha optado por no responder. La encuesta se le ha realizado a 2,028 personas mayores de 16 años y de 126 municipios distintos, entre el 29 y el 30 de marzo, informa el diario O Globo.
Las acusaciones infundadas contra el sistema electoral han sido una constante en los últimos años, aunque intensificó las críticas con la liberación del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, quien recuperó sus derechos políticos, después de que la Justicia revelara mala praxis en los procesos judiciales en su contra.
Está previsto que después de Semana Santa, el pleno del Tribunal Superior Electoral (TSE) se reúna para decidir sobre la posible inhabilitación de Bolsonaro, quien ha sido acusado por el Ministerio Público Electoral de delitos electorales, abuso de poder y uso indebido de los medios de comunicación públicos en campaña.
En el punto de mira está una reunión que organizó Bolsonaro a mediados de julio del 2022 con una serie de embajadores extranjeros a los que intentó hacer ver de las fallas del sistema electoral brasileño. Los diplomáticos presentes contaron después que en aquella reunión no se presentó prueba alguna que avalara estas teorías.
Dentro del proceso también está la difusión de información confidencial que habría realizado el expresidente cuando en uno de sus directos semanales en redes sociales habló de una investigación secreta del TSE sobre ataques informáticos a sus estructuras, que finalmente no supusieron problema alguno, pero que él utilizó para sustentar sus teorías acerca de la fragilidad del sistema.
En última instancia, se ha incluido también el llamado «borrador golpista» que se encontró en casa del que fuera su ministro de Justicia y exsecretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, en el que se recogía una serie de pautas en caso de derrota en las elecciones.
Fuete Europa Press / foto Twitter