BRASILIA (Brasil).- El 77.8% de los brasileños ha dejado de confiar en los partidos políticos, de acuerdo a un estudio académico divulgado hoy por el diario O Estado de Sao Paulo, según el cual ese grado de recelo es el más alto registrado en la historia del país.
El estudio fue realizado por el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnológica (INCT), vinculado al sistema de universidades públicas, y fue publicado cuando el país está a poco más de tres meses de una elección presidencial y con el clima político enrarecido por graves escándalos de corrupción que afectan a casi todos los partidos.
En comparación con un sondeo similar hecho por el mismo INCT en el 2014, el porcentaje de personas que ha perdido la confianza en los partidos políticos casi se ha duplicado.
Hace cuatro años, cuando se realizaron las últimas elecciones, un 46.4% de los brasileños manifestaban desconfianza en la política, en tanto que en el 2006 esa tasa llegaba al 36.7%.
Los principales motivos de ese recelo, de acuerdo al estudio difundido por O Estado de Sao Paulo, son precisamente la corrupción, la pérdida de representatividad de los partidos y el poco espacio que existe para una participación más directa de los ciudadanos en la política.
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«El aumento de la desconfianza era esperado, pero no que fuera de esa magnitud entre el 2014 y 2018, que es totalmente distinto a lo que se había detectado en otros sondeos», dijo al periódico el director del Centro de Estudios de Opinión Pública de la Universidad de Campinas, Oswaldo Amaral, uno de los coordinadores del estudio.
Según Amaral, el escepticismo en relación a la política es un fenómeno global, pero en Brasil se ha agudizado sobre todo por la creciente corrupción, que en los últimos cuatro años ha salpicado a casi todos los partidos tradicionales del país.
De hecho, se da la paradoja de que, a poco más de tres meses de las elecciones del 7 de octubre, las encuestas sean encabezadas por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde abril pasado y condenado a doce años por corrupción.
Pese a su situación jurídica, y a que aún responde a otras seis causas penales, Lula ha sido proclamado candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT), que mantiene una ofensiva en todos los frentes judiciales a fin de intentar su excarcelación.
Aún así, Lula está virtualmente inhabilitado, debido a normas electorales que impiden que cualquier persona condenada en segunda instancia, como es su caso, postule a cualquier cargo electivo.
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