El exjuez Sergio Moro ha sido imputado por supuestos daños económicos a Petrobras y a las arcas públicas del Estado durante su actuación al frente de la operación Lava Jato, proceso judicial que lideró contra el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La demanda fue presentada por el PT en el pasado 27 de abril ante un tribunal federal, pero no ha sido hasta ahora cuando el juez Charles Renaud Frazão de Morais ha ordenado la comparecencia de Moro en el proceso como imputado, ha informado el diario Folha de Sao Paulo.
El PT solicita que Moro, quien llegó a ejercer como el primer ministro de Justicia del presidente, Jair Bolsonaro, haga frente a las pérdidas que provocó a la economía brasileña durante aquella etapa como juez principal de Lava Jato, una actuación que el Supremo estipuló que había sido parcial y por tanto anuló uno el caso de corrupción contra Lula del 2017 en relación al apartamento de Guarujá.
La demanda presentada por los diputados del PT Rui Falcão, Erika Kokay, Natália Bonavides, José Guimarães y Paulo Pimenta (PT-RS) señala que Moro utilizó «la mayor empresa brasileña, Petrobras, como mero instrumento para encubrir sus intereses personales», afectando así «a toda la cadena productiva y mercantil», en especial al sector de petróleo y gas».
Por su parte, Moro ha emitido una nota en la que ha calificado la demanda de «irrisoria» y ha señalado que se defenderá y que la decisión del juez de citarle «no implica ningún juicio de valor sobre la acción».
Por último, ha terminado afirmando que «todo el mundo sabe que lo que daña a la economía es la corrupción y no combatirla y parafraseando a quien será el candidato a vicepresidente en la fórmula presidencial de Lula, Geraldo Alckmin.
«En el 2022, el PT quiere, como dijo Geraldo Alckmin, no solo volver a la escena del crimen, sino también culpar a los que se opusieron a los esquemas de corrupción de su era», ha concluido.
Fuente y foto Europa Press / foto Twitter-al
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