RÍO DE JANEIRO.- El expresidente de Brasil Michel Temer, a quien un tribunal de segunda instancia ordenó regresar a prisión por un caso de corrupción, tiene plazo para entregarse hasta el final de la tarde de este jueves o será capturado por las autoridades, según determinó un juez.
El exmandatario (2016-2018) tendrá plazo hasta las 17.00 hora local (20.00 GMT) para presentarse en la sede de la Policía Federal de la ciudad de Sao Paulo, donde reside, según una sentencia dictada por la jueza Caroline Figueiredo, titular de la Sala Séptima Criminal de Río de Janeiro.
Temer, de 78 años y quien estuvo cuatro días tras las rejas tras ser arrestado el pasado 21 de marzo por orden de Marcelo Bretas, otro juez de primera instancia de Río de Janeiro, fue liberado entonces tras un «hábeas corpus», pero tendrá que volver a la cárcel por un tribunal de segunda instancia.
El Tribunal Regional de la Segunda Región (TRF-2) de Río de Janeiro también determinó el reingreso en la cárcel del coronel de la reserva de la Policía Joao Baptista Lima Filho, amigo personal del expresidente y señalado como principal testaferro de la trama corrupta supuestamente liderada por Temer, según la Fiscalía.
Desde el momento en que fue notificado de la determinación de la justicia para que vuelva a prisión, Temer anunció que se entregaría voluntariamente pero hasta primera hora de la tarde permanecía en su residencia en Sao Paulo junto con su equipo de defensa.
El expresidente, que el pasado 1 de enero le entregó la banda presidencial al ultraderechista Jair Bolsonaro, fue arrestado en marzo después de que la Fiscalía le acusara de beneficiarse de sobornos pagados por diferentes empresas y de ser el principal líder de una organización criminal que desvió cerca de 500 millones de dólares de recursos públicos durante 40 años.
Temer ha negado todas las acusaciones de forma vehemente y se ha dicho víctima de una «persecución política», el mismo argumento que esgrime el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, en la prisión desde abril del año pasado también por cargos de corrupción.
Temer, quien durante más de una década presidió el partido del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), aseguró el miércoles a la prensa que presentará una solicitud de «hábeas corpus» ante el Tribunal Superior de Justicia, instancia superior, y recalcó que defenderá sus derechos «hasta el fin».
El recurso ya fue presentado por sus abogados pero el tribunal no se había pronunciado sobre el mismo.
Temer también presentó una petición para que se le recluya en una prisión de Sao Paulo y no ser trasladado nuevamente a Río de Janeiro, donde fue ordenada su detención por un caso vinculado con la Lava Jato, la mayor operación anticorrupción en la historia de Brasil.
La jueza que le dio el ultimátum al exmandatario consideró que la decisión final sobre el lugar de reclusión tiene que ser decidida por el tribunal de Río de Janeiro que ordenó su regreso a prisión.
Temer asumió el poder en mayo de 2016, cuando comenzó el proceso que llevó a la destitución de la entonces mandataria, Dilma Rousseff, de quien ejercía como vicepresidente.
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