BRASILIA (Brasil).- Una comisión de la Cámara de Diputados de Brasil inició hoy una maratoniana sesión, que se puede prolongar hasta el viernes casi sin interrupciones y en la que se empezará a jugar la suerte del presidente Michel Temer, acusado de corrupción.
El debate en la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja es un paso previo a una votación que luego realizará el pleno del órgano legislativo para decidir si la Corte Suprema puede abrir un juicio penal contra Temer, que en ese caso sería suspendido del cargo durante 180 días y destituido si fuera hallado culpable.
Los primeros escarceos de este debate mostraron el neto carácter político del proceso en la comisión y adelantaron de alguna manera lo que puede ser la votación en el pleno de la Cámara baja, que sólo le dará curso a la denuncia si lo aprueba una mayoría de dos tercios (342 de los 513 votos).
La base política de Temer, mayoritaria tanto en la comisión como en el pleno de la Cámara baja, abrió fuegos para descalificar las acusaciones de la Fiscalía, que se fundamentan en confesiones de los directivos del grupo JBS, que han dicho que sobornan al mandatario desde el 2010 y que lo siguieron haciendo desde que está en el poder.
En minoría, la oposición se volcó en pleno en favor de aceptar los cargos y respaldó el informe elaborado por el instructor del caso en la comisión, el diputado Sergio Zveiter, quien pese a ser miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD), que lidera el propio Temer, recomendó acoger la denuncia.
Brasil: Parlamentario oficialista pide aceptar denuncia por corrupción contra Temer
En medio de los debates, Zveiter fue objeto de críticas de los diputados del PMBD, cuya dirección nacional decidió hoy que aquellos de sus parlamentarios que respalden al instructor con su voto podrán ser expulsados sumariamente del partido.
En su informe, presentado el pasado lunes, Zveiter fue categórico y sostuvo que la denuncia «no es fantasiosa» y contiene «indicios suficientes de materialidad», que al menos deben llevar a un juicio a fin de establecer «la verdad de los hechos».
Los primeros debates se desarrollaron en un clima distendido, roto sin embargo cuando el diputado João Derly, del opositor partido Rede, alzó la voz para afirmar que «Brasil hoy no tiene un Gobierno, sino un criminal al frente del país».
Esa reacción generó una dura respuesta del oficialismo y algunos diputados estuvieron cerca de irse a las manos, aunque la calma fue retomada tras un breve receso decidido por el presidente de la comisión, Rodrigo Pacheco, quien también es miembro del PMDB.
Una de las mayores preocupaciones del Gobierno es la posición que adoptará el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), uno de los puntales de la coalición oficialista pero que anida sectores que se han manifestado dispuestos a acoger la denuncia contra Temer.
Esa desconfianza pareció confirmarse hoy, durante la intervención del diputado Heberte Gomes, del PSDB, quien declaró en la comisión que «la sociedad no puede quedarse con la duda» y «debe saber» si el presidente incurrió en el delito que se le atribuye, «lo que sólo se puede determinar en un juicio».
En los debates que comenzaron hoy tendrán derecho de palabra durante 15 minutos los 66 miembros permanentes de la comisión y los 66 suplentes, mientras que otros 40 diputados ajenos a ese comité también podrán pronunciarse, por espacio de diez minutos cada uno.
El cálculo de la propia comisión es que las discusiones, que se celebrarán con unas pocas interrupciones durante las madrugadas, acabarán el próximo viernes con la votación del informe presentado por el instructor, que luego será remitido al pleno de la Cámara de Diputados.
EFE/Eduardo Davis