BRASILIA (Brasil).- El Ministerio de Justicia de Brasil abrió hoy un plazo de 60 días para que propietarios de armas de uso permitido o restringido registren esos ingenios bélicos en un método administrado por la Policía Federal (PF).
Los registros serán virtuales y centralizados en el Sistema Nacional de Armas (Sinarm), bajo responsabilidad de la PF.
Publicada en el Diario Oficial y firmada por el ministro de Justicia, Flávio Dino (foto), la decisión busca fortalecer los controles sobre la circulación de armas de fuego y obedece a lo estipulado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en un decreto firmado hace un mes, cuando asumió el poder.
El Gobierno desea concentrar todos los registros de los artilugios de guerra en posesión de la población en el Sinarm, incluyendo el arsenal de cazadores, tiradores y coleccionistas (CACs), que actualmente es controlado y registrado por el Ejército.
Al final del plazo, quien no haga el registro puede tener el armamento decomisado y responder por los delitos de porte y posesión ilegal, previstos en el Estatuto de Desarme del 2003.
Pese a la centralización del registro de los aparatos bélicos, el registro no sustituirá la comprobación de requisitos para la obtención de la posesión o porte.
La ordenanza prevé además que, en los 60 días del registro, el propietario de las armas puede entregarlas de forma voluntaria en los puntos de recogida de la Campaña de Desarme.
Bandera antigua del derrotado mandatario Jair Bolsonaro, la facilitación del acceso a las armas se hizo realidad con los más de 40 decretos descargados en su gobierno.
Dino, cuando se desempeñó como líder del grupo técnico de seguridad en el equipo de transición, adelantó que el nuevo gobierno va a revocar los actos y decretos de Bolsonaro que facilitan el acceso a las armas por la población.
Precisó que las medidas tendrán un impacto en aquellos que compraron armas de grueso calibre, adquiridas a partir de la liberación prevista en las disposiciones del excapitán del Ejército, derrotado por Lula en urnas el 30 de octubre.
Antes del Gobierno de Bolsonaro había 350 mil 600 armas en manos de integrantes de los CACs. El número se triplicó después: un millón seis mil 725, según datos del Ejército recopilados por los institutos Igarapé y Sou da Paz.
Cada 24 horas, 449 brasileños reciben una licencia para porte de armas. En la actualidad, son casi 700 mil personas registradas y armadas.
Fuente Prensa Latina / foto Twitter-al