SAO PAULO.- El represor capitán (r) Homero César Machado, al que la presidenta brasileña Dilma Rousseff reconoció como uno de sus torturadores, falleció en Sao Paulo, luego de salvarse de la cárcel por una ley que amnistió a policías y militares que violaron los derechos humanos.
La Comisión de la Verdad, que investigó durante casi tres años los crímenes cometidos por el régimen militar, lo acusó de dirigir torturas contra la actual mandataria y otras tres personas, por lo que el fiscal presentó la denuncia en noviembre pasado, junto a otros cuatro ex agentes de la dictadura por la muerte del militante Virgilio Gomes da Silva, detenido en septiembre de 1969 y asesinado poco después.
La justicia brasileña nunca se pronunció sobre esa acusación, en virtud de una ley que data de 1979 y que amnistió a policías y militares que violaron los derechos humanos.
Machado murió el jueves a los 75 años, supuestamente de cáncer, y su cuerpo fue cremado este viernes en Sao Paulo.
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En una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo en 2005, la entonces ministra Dilma Rousseff lo señaló como uno de sus torturadores cuando fue arrestada en 1970 por pertenecer a un grupo armado clandestino.
Rousseff contó que recibió golpes y choques eléctricos en pies, manos, muslos, orejas y un seno.
La mandataria enfrenta en estos días un proceso de impeachment en el Congreso, al que en sus discursos califica de “golpe de Estado”, recordando su lucha por la democracia. (ECHA- Agencias)
La joven Dilma Rousseff fue torturada durante la dictadura brasileña