RÍO DE JANEIRO.- A pesar de su encarcelamiento, el Partido de los Trabajadores no renunciará de ninguna manera a la candidatura presidencial de Lula da Silva , enfatizó Fernando Haddad, compañero de fórmula del ex mandatario como candidato a vicepresidente.
«Si ni el pueblo brasileño prescinde de Lula, mucho menos el PT. Algunos decían que se estaba montando un teatro y entonces llegó un pronunciamiento de la ONU que «determina que Lula debe ser candidato», agregó el también ex ministro y ex alcalde de San Pablo
La afirmación del candidato a vicepresidente alude a la decisión cautelar no vinculante del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que pidió que se tomen «todas las medidas necesarias» para que Lula «pueda ejercer sus derechos políticos» como candidato presidencial para las elecciones del 7 octubre.
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La candidatura de Lula fue vetada por la derecha y los grupos conservadores aduciendo que la legislación electoral brasileña prohíbe expresamente que condenados en segunda instancia se presenten a cualquier cargo electivo.
Haddad optó por centrar su reducido discurso en la defensa de la libertad de Lula, quien cumple condena de 12 años en la sureña ciudad de Curitiba, y en la crítica al atentado a la democracia que, en su opinión, resultó, a mediados de 2016, en la destitución de la ex presidente Dilma Rousseff, quien también participó en el acto.
Por su parte, Rousseff, postulante a un escaño en el Senado brasileño, volvió a declarar que su proceso de destitución se trató de un «golpe», que «ahora muestra la cara más oscura de la excepción» al «ser capaz de arrestar» a Lula sin haber cometido «ningún delito».
«Lula está preso por sus cualidades, porque llevó a Brasil al mayor nivel de respeto internacional», abogó Rousseff.
Rousseff reiteró que, en su opinión, el Gobierno de Lula fue «el más incluyente de la historia» y concluyó que el objetivo por detrás de su proceso de destitución era «quitar a los pobres del presupuesto» de las cuentas públicas.
La última palabra sobre la situación de Lula la tendrá el Tribunal Superior Electoral, que tiene de plazo para pronunciarse hasta el próximo 17 de septiembre, cuando faltarán 20 días para las elecciones más inciertas de la historia reciente de Brasil. (ECHA- Agencias)