BRASILIA.- El Partido Democrático Laborista (PDT), aliado al gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció hoy que se posicionará en contra de un eventual juicio político contra la mandataria a pesar de las diferencias que la formación ha tenido en los últimos meses con los líderes.
«No hay ningún hecho legal. No hay pruebas. No hay ningún hecho que la coloque a ella (a Rousseff) en cualquier investigación. Nadie puede ‘tercerizar’ el crimen», declaró el presidente del PDT y exministro de Trabajo, Carlos Lupi, durante el congreso de la formación que se celebra en Brasilia.
Rousseff enfrenta la posibilidad de que el Legislativo abra un juicio político con miras a su destitución por irregularidades en el informe contable que fue rechazado por el Tribunal de Cuentas y que, para la oposición, constituye un «delito de responsabilidad».
Lupi advirtió que los militantes del partido que no se acojan a la decisión, ahora oficial, estarán sujetos a «medidas previstas en el estatuto» interno de la formación, que tendrá un precandidato propio en la disputa presidencial del 2018.
En agosto, el PDT y el Partido Laborista Brasileño (PTB, por su sigla en portugués), las dos formaciones del laborismo en el país, decidieron dejar de respaldar a Rousseff en el Congreso por diferencias con el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), pero aclararon que no pasarían a engrosar a la oposición.
Menos de tres meses después, en octubre, el PDT, que dejó de comandar por muchos años el Ministerio de Trabajo y asumió la cartera de Comunicaciones con André Figueiredo, manifestó que era contrario al eventual juicio político contra Rousseff.
El congreso del PDT, además de votar por el respaldo a la mandataria, quien es esperada al final del día para clausurar el evento político, proclamó al exministro de Integración y exgobernador de Ceará (nordeste) Ciro Gomes como su precandidato para las elecciones presidenciales del 2018.
Gomes, que ya pasó por otros partidos y acaba de afiliarse al PDT, fue recibido por los correligionarios con los gritos de «Brasil al frente, Ciro presidente».
Otra de las decisiones del PDT fue la de pedir la salida del jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, del aliado Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), pero opositor de Rousseff y uno de los políticos investigados por el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
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