BRASILIA.- El nuevo canciller, José Serra, anunció este miércoles un cambio de rumbo en la política exterior de Brasil que priorizará los intereses económicos del país “y no estará anclada en afinidades ideológicas o partidarias”.
El dos veces candidato presidencial por la socialdemocracia, dio por inaugurado el golpe de timón de la diplomacia del mayor país de América Latina con un discurso crítico a la gestión de la Presidenta Dilma Rousseff, suspendida la semana pasada en un proceso de impeachment.
«La diplomacia volverá a reflejar de manera transparente e intransigente los legítimos valores de la sociedad brasileña y los intereses de su economía al servicio de Brasil como un todo y no más las conveniencias y las preferencias ideológicas de un partido político y de sus aliados externos», agregó.
«La gestión tendrá los ojos puestos en el futuro y no en los desaciertos del pasado», dijo Serra al plantear un retorno a las asociaciones tradicionales del país, como Europa, Estados Unidos, Argentina y Japón, sin desestimar el lugar que ya ocupa China, devenido en el mayor aliado comercial de Brasil.
Los lineamientos de la nueva gestión tuvieron su primera muestra en las duras respuestas que dio Itamaraty, como se conoce a la Cancillería brasileña, a los cuestionamientos planteados por Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua al proceso de destitución de Rousseff.
El canciller también destacó que la relación con la vecina Argentina, con la que «pasamos a compartir referencias semejantes en materia política y económica» bajo el nuevo gobierno del liberal Mauricio Macri, será uno de los focos centrales de su gestión.
Ambos países integran el bloque Mercosur, junto con Uruguay, Paraguay y Venezuela, una alianza que deberá ser refrescada, según Serra, usando como punto de partida el intercambio de ofertas con la Unión Europea para un amplio y demorado acuerdo comercial. (ECHA – Agencias)