BRASILIA.- La expresidenta brasileña Dilma Rousseff denunció hoy que Brasil parece dirigirse hacia «un Estado de excepción», al comentar la detención de su exministro Antonio Palocci, salpicado por la trama de corrupción en la estatal Petrobras.
Palocci fue ministro de Hacienda en el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y luego ocupó la influyente cartera de la Presidencia en la gestión de Rousseff, destituida el pasado 31 de agosto por supuestas irregularidades fiscales y sustituida desde entonces por el ahora mandatario Michel Temer.
Más que criticar la detención de Palocci, Rousseff denunció que la operación que llevó a su arresto pueda haber sido anticipada por el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes.
Este fin de semana, en un acto de la campaña para las elecciones municipales en Ribeirao Petro, en el interior de Sao Paulo y donde Palocci ya ha sido alcalde, el ministro dio a entender que esta semana habría novedades en la investigación sobre el caso Petrobras.
«Esta semana habrá más. Pueden estar tranquilos», dijo De Moraes sobre esas investigaciones, lo que para Rousseff «lanza sospechas de abuso de autoridad y de uso político, por parte del Gobierno, de la Policía Federal», responsable de las operaciones sobre Petrobras.
La expresidenta Dilma Roussefett y su exministro Antonio Palocci.
Fuentes oficiales han confirmado que, después de informado de la declaración de su ministro de Justicia, Temer decidió convocarle hoy para que explicase si había sido informado previamente de la acción que sería realizada por la Policía Federal y la Fiscalía.
Según las mismas fuentes, Temer se «molestó» por esa declaración del ministro de Justicia, usada por Rousseff y el ahora opositor Partido de los Trabajadores (PT) para afirmar que en el Gobierno se conoce con anticipación lo que decide la justicia.
Antes de la reunión con Temer, el ministro explicó a periodistas que, en realidad, lo que quería transmitir con sus declaraciones era que la investigación en Petrobras no será paralizada ni manipulada por el Gobierno, sino que «llegará hasta el fin».
Aún así, el grupo del PT en la Cámara de Diputados presentó hoy un pedido formal para que el ministro de Justicia sea convocado por ese órgano legislativo y esclarezca si había sido informado con antelación de la operación que haría la Policía Federal.
«Anticipar información privilegiada y secreta constituye un acto delictivo y demuestra la interferencia del Ministerio de Justicia en las investigaciones», afirmó el grupo del PT, el cual sostiene que ese partido es «perseguido» por la justicia con el supuesto aval del Gobierno.
Temer asumió el poder primero en forma interina, el pasado 12 de mayo, cuando Rousseff fue suspendida de sus funciones para responder al juicio político que llevó a su destitución.
En sus primeras tres semanas en el poder, aún en condición de gobernante interino, Temer se vio obligado a destituir a tres de sus ministros, debido a sospechas de que habrían intentado manipular las investigaciones de las corruptelas en Petrobras.
El escándalo en la petrolera estatal salpica sobre todo al PT, pero también al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera Temer, y a otras formaciones que conforman la actual base del nuevo Gobierno.