BRASILIA.- El Comité Olímpico Brasileño (COB) presentó hoy al mundo el diseño de la antorcha olímpica de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en un evento celebrado en Brasilia, y que contó con la presidenta del país, Dilma Rousseff.
Una antorcha «muy bonita y verdaderamente fantástica», señaló Rousseff, con la cual, comentó la mandataria, «el mundo entero nos verá encender la llama olímpica en el estadio de Maracaná».
Su estilizado diseño se caracteriza por ser una estructura dinámica, que cambiará de forma y de tonalidad, con sinuosas marcas grabadas con los tan brasileños colores verde y amarillo sobre un fondo blanco.
Una diseño que rinde homenaje a los Juegos Olímpicos de la Grecia antigua y a los juegos modernos, que además busca una confluencia de distintos valores olímpicos, como la paz, la unión y la amistad, apuntando al infinito, resaltó el COB.
A poco más de un año para que comience el mayor evento deportivo del calendario, «está llegando el día en que tendremos el orgullo de ser el primer país en Suramérica en organizar unos Juegos Olímpicos«, recordó Rousseff.
«Tendremos la mayor olimpiada de todos los tiempos y el mundo entero hablará de ella durante mucho tiempo», pronosticó el ministro de Deportes, George Hilton, quien señaló que este evento supondrá la mayor inversión en la historia deportiva de Brasil.
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, prometió que las justas «dejarán un legado extraordinario» en transporte, seguridad e infraestructuras.
En mayo del 2016, en Grecia, comenzará el recorrido de la antorcha en la ciudad de Olimpia, como es tradición, y después de ser encendida allí viajará directamente hacia Brasil.
En el país suramericano hasta 12.000 portadores llevarán la antorcha en tramos de 400 metros cada uno, aproximadamente, para así recorrer prácticamente la totalidad del país.
El recorrido en tierras brasileñas comenzará en la capital Brasilia y desde allí se dirigirá hacia el norte para más tarde descender en dirección a Sao Paulo y los estados del sur y, finalmente, llegar a Río de Janeiro el 5 de agosto del 2016.
En total, será un trayecto de más de 28.000 kilómetros por tierra y 10.000 kilómetros por aire que llevará a la antorcha por todas las regiones brasileñas, por más de 300 municipios, en el que será empuñada por miles de voluntarios que serán elegidos en un proceso de selección a nivel nacional.
Rousseff quiso cerrar el acto resaltando el marcado espíritu combativo del pueblo brasileño, ya que al igual que hacen los deportistas del país con su gran voluntad olímpica de superación, Brasil «es un país que va a superar todas las dificultades».