BRASIL.- El Senado brasileño concluyó hoy la fase de testigos del juicio de destitución contra la presidenta Dilma Rousseff, a quien espera el lunes para que presente sus alegatos, antes de la votación definitiva prevista para el martes o miércoles.
En la última audiencia previa a la comparecencia de Rousseff, el Senado escuchó el testimonio del exministro de Hacienda Nelson Barbosa, el último testigo presentado por la defensa.
También declaró el abogado Ricardo Lodi, que finalmente no fue aceptado como testigo, pues hace unos meses firmó un manifiesto que calificaba el proceso contra Rousseff de «golpe».
Uno desde un punto de vista más económico y de gestión, el otro desde una óptica del derecho, ambos coincidieron en que Rousseff es inocente y en que no existe base jurídica que justifique los cargos formulados por la acusación.
Sin embargo, esos argumentos, ya esgrimidos a lo largo de todo el proceso, que se arrastra desde diciembre pasado, no convencieron a la mayoría de los senadores, constituidos en jueces para el proceso.
En los últimos tres días, el Senado escuchó a dos testigos presentados por la acusación y a otros cinco de la defensa.
El próximo lunes, la propia Rousseff comparecerá por primera vez ante sus jueces desde que se instauró el proceso, el pasado 12 de mayo, cuando fue suspendida del cargo y sustituida en forma interina por su hasta entonces vicepresidente Michel Temer, quien seguirá en el poder si fuera destituida.
Tras la comparecencia de la mandataria, está previsto que, entre martes y miércoles el Senado decida su suerte, en una votación en la que perderá su mandato si así lo decide una mayoría calificada de dos tercios (54 votos).
Rousseff irá el lunes al Senado arropada por dirigentes de varios partidos de izquierdas encabezados por su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, que está en serios problemas judiciales y bajo serias sospechas de corrupción.