BRASILIA.- El presidente brasileño, Michel Temer, autorizó hoy que las Fuerzas Armadas refuercen la seguridad en Río de Janeiro frente a la posibilidad de huelgas policiales similares a la ocurrida la semana pasada en el estado de Espíritu Santo.
Fuentes oficiales explicaron a Efe que el refuerzo fue solicitado por el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, después de que, en los últimos días, miembros de la Policía Militarizada de ese estado hicieran algunas protestas y se mantuvieron acuartelados en protesta por los reiterados atrasos en el pago de sus salarios.
Según las mismas fuentes, aún no está decidido cuántos soldados serán desplazados ni en qué zonas del estado serán desplegados, lo cual será decidido en los próximos días por el Ministerio de Defensa y las propias autoridades de Río de Janeiro.
Pezão presentó ese pedido a Temer durante una reunión que ambos tuvieron hoy en Brasilia, en la cual se analizaron las protestas de los policías y la posibilidad de que el malestar crezca en Río de Janeiro y lleve a situaciones como las vividas en Espíritu Santo.
En ese estado vecino a Río de Janeiro, la huelga policial comenzó el pasado día 4 y sumió a la región en el caos y la violencia.
Durante la última semana, en varias ciudades de Espíritu Santo hubo numerosos saqueos a comercios y se disparó el número de muertes violentas, que superó las 140 en cuestión de diez días.
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Antes de confirmar la autorización para que los soldados actúen en Río de Janeiro, Temer había hecho un pronunciamiento ante los periodistas en el que aseguró que las Fuerzas Armadas están «listas para restablecer el orden público» en caso de huelgas de policías.
«El Gobierno resolvió que las Fuerzas Armadas estén listas y a disposición frente a cualquier hipótesis de desorden en cualquier estado» del país, declaró el mandatario.
Temer volvió a calificar lo ocurrido en Espíritu Santo como una «insurrección» de los policías militares, sobre los cuales indicó que «por ley están impedidos de realizar huelgas» o agruparse en algún tipo de sindicato.
Este domingo, cinco días después de que unos 2,000 soldados de las Fuerzas Armadas fueron enviados a esa región, el ministro de Defensa, Raúl Jungmann, consideró que «la ley y el orden han sido restaurados» en todo Espíritu Santo, a pesar de que muchos policías militarizados aún se mantenían en huelga.