El festival de Río de Janeiro celebrará este mes de abril sus tradicionales desfiles, aplazados desde febrero por culpa de las restricciones sanitarias. El día 20 darán comienzo las fiestas, que culminarán diez días después con el desfile de clausura de la escuela de samba ganadora.
En el 2020, el Carnaval generó unos ingresos a la ciudad de Río de 840 millones de dólares (777.5 millones de euros); y en São Paulo la recaudación fue de US$ 578 millones de dólares, según datos del Ayuntamiento de Río de Janeiro.
La ciudad brasileña retoma de este modo sus tradicionales desfiles del Carnaval tras atrasar su celebración de febrero a causa de las restricciones por la crisis del Covid-19.
La oficina de turismo Riotur publicó la semana pasada el calendario de eventos del festival, que el 20 de abril dará el pistoletazo de salida la Serie de Oro, a la que seguirá el Grupo Especial los días 22 y 23.
Tras ellas, las escuelas de samba infantiles desfilarán la noche del día 24; y tras la publicación de resultados del día 26, las escuelas campeonas del Grupo Especial cerrarán el desfile el sábado 30 de abril.
La celebración de los desfiles coincidirá con la fiesta de Tiradentes (21 de abril), y la de San Jorge (23 de abril) en Río de Janeiro.
Con el fin del uso obligatorio de mascarillas en la ciudad de Río, el único requisito para el ingreso a los desfiles del Sambódromo será el pasaporte de vacunación.
Brasil: Río de Janeiro y Sao Paulo aplazan para abril desfiles de Carnaval
Orígenes del carnaval
Los orígenes del carnaval se remontan a la antigua Roma, cuando se introdujeron en Italia los precarnavales durante la Cuaresma. El término carnaval proviene de Carne Vale, que quiere decir «adiós a la carne», en referencia al periodo de Cuaresma en el que los católicos no consumen ningún producto cárnico.
El carnaval adquirió rápidamente la fama en Italia, extendiéndose así a Francia, España y otros países europeos como Portugal, que llevó las tradiciones y fiestas del carnaval hasta Brasil.
Sin embargo, gran parte de las tradiciones del Carnaval brasileño son herencia de la cultura africana, como los desfiles por las aldeas o la elaboración de máscaras y disfraces. La samba, símbolo del Carnaval en Brasil, bebe también de raíces de la África Occidental y Angola.
En la década de 1920, cuando la samba se hizo más popular, los bailarines y músicos empezaron a reunirse regularmente en escuelas para promover su arte. Pronto se convirtieron en asociaciones o clubes en los que practicaban. A medida que mejoraban, los líderes de la comunidad comenzaron a celebrar concursos y las escuelas empezaron a competir entre ellas.
En 1932, se celebró el primer desfile oficial de escuelas de samba. Cuando las competiciones se volvieron más serias y apreciadas por el público, se creó la Asociación de Escuelas de Samba de la Ciudad de Río de Janeiro, y esta entidad dirige los desfiles del Carnaval de Río, ahora organizados en una Liga, llamada Liesa.
A medida que creció la popularidad del Festival, las calles de Río se quedaban pequeñas. Por ello, a mediados de los ochenta se encargó una estructura donde poder celebrar el festival al arquitecto Oscar Niemeyer, creador del Sambódromo, con una capacidad de hasta 80,000 espectadores.
Durante las noches que dura el Carnaval, las diferentes escuelas de samba desfilan por el Sambódromo para intentar alzarse con el título de escuela campeona.
En paralelo, la ciudad São Paulo también tiene sus propios desfiles de Carnaval. El Sambódromo de São Paulo –cuyo proyecto arquitectónico también fue realizado por Oscar Niemeyer– se inauguró en 1991 en el complejo Anhembi y cuenta con capacidad para acoger a hasta 30,000 personas.
El Carnaval de Río está considerado como una de las mayores fiestas del mundo y es uno de los mayores reclamos turísticos de Brasil, acogiendo a miles de visitantes cada año.
Fuente Europa Press / Foto Twitter
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