RÍO DE JANEIRO.- En ajustada votación, el Tribunal Superior Electoral absolvió este viernes a la exmandataria Dilma Rousseff y su sucesor, Michel Temer, de las irregularidades denunciadas en la campaña que compartieron en 2014, con lo que sigue en su puesto el actual presidente.
Pese a que el juez Herman Benjamin, instructor del proceso en el Tribunal Superior Electoral (TSE), consideró «comprobado» que esa campaña se financió con dinero de la corrupción, sólo dos de los otros seis miembros de la corte le respaldaron y los cuatro restantes formaron la mayoría que acabó exculpando a Rousseff y Temer.
«No hay pruebas concretas, sino hilaciones», dijo el magistrado Napoleao Maia, quien abrió la línea divergente a la opinión del instructor, que fue seguida por Admar Gonzaga y Tarcísio Vieira, dos jueces nombrados para esa corte por Temer en los últimos meses en función de sus atribuciones presidenciales y para cubrir vacantes.
El juez instructor Herman Benjamin, cuestionó las elecciones de 2014 por haber sido financiados por la red de corrupción de Oldebrecht.
El voto decisivo lo pronunció Gilmar Mendes, miembro del Supremo y presidente del tribunal electoral, quien mantiene una muy estrecha relación con Temer y declaró que «una corte no puede ser usada para resolver una crisis política», en alusión a la fuerte presión por la renuncia del gobernante generada por otras sospechas de corrupción.
Benjamin se había apoyado en buena medida en las investigaciones de la trama corrupta en Petrobras, que llevaron a prisión a decenas de empresarios y políticos y desvelaron financiación ilegal, pagos hechos a empresas inexistentes y «compra» de apoyos de partidos políticos, entre muchas otras irregularidades en esa campaña.
Uno de los puntos fundamentales de esa investigación fue el rol en esa trama del grupo Odebrecht, que confesó haber donado para esa campaña 150 millones de reales (USD 45 millones) obtenidos con contratos amañados con la petrolera estatal y que en realidad disimulaban los sobornos pagados por eso.
Sin embargo, los abogados de Temer y Rousseff pidieron la nulidad de esas pruebas, aduciendo que fueron introducidas durante el proceso y no constaban en la acusación inicial, por lo cual afirmaron que su utilización «violaría» el derecho a la amplia defensa.
Esa tesis fue aceptada por los cuatro magistrados que rechazaron las acusaciones, lo cual restó fuerza a la acusación e impidió una sentencia condenatoria que habría desalojado a Temer del poder que asumió el año pasado, después de que Rousseff fue destituida por irregulares manejos de los presupuestos. (ECHA- Agencias)