SAO PAULO.- Un equipo de más de 370 personas trabaja contra reloj en la inspección, envase y etiquetado de la Coronavac, la vacuna desarrollada por el laboratorio chino Sinovac y el Instituto Butantan, que por tener 6 millones de dosis listas, es la única opción si se quiere comenzar ya la vacunación en Brasil.
Este domingo la Coronavac y la vacuna de Oxford recibieron el aval de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) para ser usadas en carácter de emergencia en el país, pero Brasil solo cuenta con las dosis listas del antídoto chino, que tiene un 50,4 % de efectividad y hasta hoy es la única opción con la que se puede empezar la inmunización.
La vacuna desarrollada por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford fue la gran apuesta del Gobierno de Jair Bolsonaro para Brasil, pero no hay dosis listas del antídoto en el país.
La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el principal centro de investigación médica de América Latina producirá 210 millones de dosis este año, la mitad, con insumos propios, gracias a la transferencia de tecnología de AstraZeneca.
No obstante, solo hasta las primeras semanas de febrero tendría listo el primer millón de dosis, momento a partir del cual podrá entrar a producir 15 millones mensuales del antídoto.
Como el Gobierno de Bolsonaro quería iniciar el plan con la vacuna de Oxford, le compró al laboratorio indio dos millones de dosis listas que pensaba tener en el país la víspera, un proyecto que se truncó porque coincidió con el inicio de la inmunización en el país asiático.
Ante ese panorama, con la segunda ola de la pandemia disparada en Brasil, el estado de Amazonas con el sistema de salud completamente colapsado y otras regiones del país al borde de la crisis, el Gobierno brasileño tendrá que echar mano de la Coronavac, para frenar al virus que ya deja cerca de 210.000 muertes y más de 8,4 millones de infectados.
La vacuna llegó a ser vetada por Bolsonaro, por la disputa que mantiene con el Gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, quien lideró todo el proceso para que la vacuna fuera producida en el Butantan -adscrito al gobierno paulista- y quien pasó de ser un aliado del presidente a su más acérrimo rival, desde que dejó entrever sus aspiraciones presidenciales.EFE