Keiko Fujimori enfrenta un nuevo pedido de prisión preventiva, solicitado por el fiscal José Domingo Pérez, quien ha presentado más de 100 nuevos elementos de convicción que justifican la medida.
En las redes sociales los usuarios le recuerdan a la lideresa de Fuerza Popular cuando vivía en las instalaciones del Servicio de Inteligencia con su padre y Vladimiro Montesinos. También comentan en las redes sociales la indiferencia de Keiko Fujimori cuando su madre, Susana Higuchi, denunció las torturas a que fue sometida por orden de Alberto Fujimori y de su exasesor.
Revisando los archivos periodísticos, encontramos estas declaraciones de Alfredo Bryce Echenique sobre el fujimorismo en el 2011.
No se guardó nada. El autor del célebre «Un mundo para Julius», Alfredo Bryce, dijo una serie de valientes afirmaciones sobe el peligro que hubiera significado que Keiko Fujimori gane la presidencia.
Pero allí no quedó todo, además tuvo palabras muy severas para los que atacan a su amigo Mario Vargas Llosa.
Según refirió, una victoria de Keiko hubiera implicado «el retorno a un nada lejano pasado» en el que gobernó su padre, el exdictador Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumple condena de cárcel por violaciones a los derechos humanos.
Agregó que Fujimori fue «un hombrezuelo capaz de torturar a su esposa con la complicidad de su hija». Además, dijo que el exdictador huyó «cobardemente del Perú» y recordó que renunció (en el año 2000) «ya desde muy lejos y por fax a la Presidencia de la República».
Sobre Vargas Llosa expresó: «Revisando cierta prensa nacional o escuchando de boca de algunos amigos bien enterados, muy fácilmente puedo llegar a la conclusión de que la ceguera, la envidia, la vanidad e incluso la estupidez, han puesto final a la alegría de todos los peruanos cuando ganó el premio Nobel».
Finalmente Bryce Echenique, arremetió contra el polémico cardenal Juan Luis Cipriani, a quien lo calificó de «torquemada chicha» y recordó las acusaciones que se le hacen a este de haber asegurado que «los derechos humanos son una cojudez».
«Torquemadas y demás ilustradas o lustradas personas claman hoy amenazante y torpemente contra las diáfanas verdades que una vez más defiende, con un inmenso amor por su país -esté cerca o lejos de él- con ardor y fervor, tercamente, Mario Vargas Llosa».