SOFÍA.- El Parlamento búlgaro aprobó hoy una reforma de la Ley Electoral que establece la obligatoriedad del voto y sanciona el no cumplimiento de este «deber cívico» con la retirada del ciudadano del censo electoral.
Un total de 109 diputados votaron a favor, 74 en contra y 10 se abstuvieron en la modificación de la norma, que a partir de ahora establece que «el sufragio es obligatorio, se ejerce de forma personal por el elector y representa la ejecución de su deber cívico».
Quienes no ejerzan el derecho, y ahora también deber, de acudir a las urnas serán eliminados de las listas del censo electoral y sólo serán incluidos de nuevo si lo solicitan activamente a las autoridades.
Una disposición que establecía multas de 25 euros y la retirada de prestaciones sociales durante tres meses por no acudir a votar fue eliminada en el texto final de la nueva ley.
La reforma legal incluye la posibilidad de votar en blanco, algo que no era posible hasta ahora.
El Ejecutivo conservador del primer ministro populista, Boiko Borisov, confía en que esta obligatoriedad dificultará el negocio de la compraventa de votos, aún muy extendida en Bulgaria, y aumentará la legitimidad de las instituciones políticas del país.
Bulgaria, el país más pobre de la UE, ha tenido cinco gobiernos distintos en los últimos tres años.
En las elecciones generales de otoño del 2014 la participación alcanzó poco más del 50 %, la más baja desde la caída del régimen comunista hace 26 años, y de ellas salió un Parlamento muy fragmentado.
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