El Werder Bremen prolongó su calvario y deberá esperar al partido de vuelta de la eliminatoria de descenso para lograr la salvación, tras empatar este lunes en casa 0-0 con el Heidenheim, conjunto de la Segunda División, en el choque de ida.
Ni la diferencia de categoría, ni la historia que atesora el Werder Bremen, el equipo que más temporadas ha militado en la Primera División del fútbol alemán, intimidaron al modesto club del sur de Alemania.
De hecho, las primeras ocasiones del partido fueron para el Heidenheim, que no desaprovechó la endeblez defensiva del conjunto local, el problema que ha condenado al Werder Bremen a permanecer toda la temporada en la parte baja de la tabla.
Pero ni Kevin Sessa, ni Maurice Multhaup, ni Tim Kleindienst, que obligó a despejar con los puños el balón al portero local, el checo Jiri Pavlenka, supieron acertar con la portería rival.
Todo un alivio para el Werder Bremen, que pese al empeño del japonés Yuya Osako y el kosovar Milot Rashica, los jugadores más incisivos del Werder, no logró inquietar en ninguna ocasión la portería del Heidenheim en todo el primer tiempo.
Una circunstancia que hacía todavía más incomprensible la presencia del veterano delantero peruano Claudio Pizarro, el máximo goleador en la historia del club hanseático, en el banquillo.
Ni aun así recurrió el técnico del Werder Bremen, Florian Kohfeldt, a la presencia sobre el terreno de juego del “Bombardero de los Andes”, que a sus 41 años tuvo que contemplar desde el banquillo el que probablemente será el penúltimo partido de su dilatada carrera deportiva.
Y eso que el Werder Bremen, que tuvo como ocasión más clara un lanzamiento de falta del kosovar Rashica que se marchó por encima de la portería, siguió sin tirar en ninguna ocasión entre los tres palos.
Una muestra clara de la impotencia del conjunto local, que pese a hacerse con el dominio territorial en el segundo tiempo, nunca encontró el camino para superar el sólido entramado defensivo de un Heidenheim.
Todo lo contrario que el conjunto visitante que dispuso a los 74 minutos de una inmejorable ocasión de alzarse con la victoria en un centro al interior del área desde la banda izquierda de Marc Schnatterer al que no llegó por milímetros Patrick Mainka.
Un susto que pareció hacer reaccionar definitivamente, que impulsado por el empuje de Fin Bartels embotelló en su área al Heidenheim en los minutos finales.
Arreón final que no se vio interrumpido ni por la expulsión del central finlandés Niklas Moisander, que vio a los 86 minutos la segunda cartulina amarilla al verse obligado a cortar con falta un contraataque visitante.
De hecho, el Werder Bremen pudo marcar en el minuto noventa en un remate mordido del estadounidense Joshua Sargent que sacó bajo la misma línea de gol el defensa Marnon Busch, tras un error del portero Kevin Muller.
Pero de lo que pudo ser el 1-0 se pasó en unos segundos al posible gol para el Heidenheim, que busca su primera presencia en la máxima categoría, en un remate de cabeza del central Timo Beermann a la salida de un córner que se marchó rozando el poste.
Todo un aviso de lo que le espera al Werder Bremen el próximo lunes en su visita al Voith Arena, en un partido de vuelta en el que los del DT Florian Kohfeldt deberán mejorar notablemente sus prestaciones si no quieren condenarse a la Segunda División, en la que el equipo hanseático tan sólo ha militado una temporada, la 1980/81, en toda su historia.
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