Burundi aprueba cambio constitucional que perpetúa al presidente en el poder

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BUYUMBURA.- El «sí» a la reforma constitucional que perpetúa en el poder al presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, ganó este jueves en el referéndum celebrado en el país, informó hoy la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI).

Según los resultados provisionales publicados por la CENI, el 73,18 por ciento de los electores votó a favor de la reforma, frente al 19,6 por ciento que pronunció en contra.

«El escrutinio del referéndum de 2018 fue bueno en general en todo Burundi, a pesar de pequeños problemas de logística y de que a algunos responsables se les impidió el acceso a las mesas de votación, aunque ese problema se resolvió en el acto», afirmó el portavoz de la CENI, Prosper Ntahorwamiye, citado por medios locales.

Unos cinco millones de burundeses estaban convocados a votar «sí» o «no» a una reforma de la Constitución que, entre otras medidas, amplía los mandatos del presidente de cinco a siete años sin considerar el tiempo que ya lleva en el cargo.

Nkurunziza, que comenzó en 2015 su tercer mandato, es uno de los principales interesados de la reforma, pues podría presentarse de nuevo a las elecciones en 2020 y renovar en 2027 hasta 2034.

La Constitución actual, que se promulgó en 2005 durante el primer año de gobierno de Nkurunziza, limita los mandatos -de cinco años- a dos, como se acordó en los Acuerdos de Arusha.

Este pacto, firmado en 2000 en la ciudad tanzana, allanó el terreno para el fin de la guerra civil (1993-2005) desencadenada entre las etnias hutu y tutsi tras el asesinato en 1993 del primer presidente burundés democráticamente elegido, el hutu Melchior Ndadaye, a manos de tutsi extremistas, que causó 300.000 muertos.

Por eso, para los partidarios del «no», reformar la Constitución constituye una violación de estos acuerdos de paz.

También permitirá al presidente nombrar de forma directa al vicepresidente y a los miembros del gobierno, sin necesidad de que los apruebe el partido político, y éstos podrán no pertenecer a la misma etnia o partido que el jefe de Estado.

El referéndum tuvo lugar tras una campaña que se vio salpicada de polémica y violencia.

La decisión de volver a presentarse a un tercer mandato de Nkurunziza y su posterior reelección en 2015 desató una oleada de protestas seguida de represión contra manifestantes y opositores, además de un intento de golpe de Estado fallido en mayo de ese año.

Desde el comienzo de la crisis política en 2015, han muerto centenares de personas y cerca de medio millón se han visto obligadas a dejar sus hogares, según datos de la ONU, que ha acusado al Ejecutivo de crímenes de lesa humanidad.

EFE

 

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