WASHINGTON.-Durante una ceremonia de naturalización, el expresidente George Bush tomó distancia del mandatario Donald Trump, ambos republicanos, al enfatizar que la inmigración es una bendición y una fortaleza.
En ese sentido mencionó la necesidad de «modernizar nuestras leyes migrantorias» y dio una efusiva «bienvenida» a 48 personas que acaban de obtener la ciudadanía estadounidense, resaltando los aspectos positivos que, para él, tiene la inmigración en Estados Unidos.
“La inmigración es una bendición y una fortaleza”, fue su frase estrella. La exprimera dama, Laura Bush, también dedicó unas palabras de acogida a los asistentes, que -según la información publicada en la web del centro- son originarios de más de 20 países.✔
Laura Bush fue la encargada de abrir el acto y de dirigirse en primer lugar a los nuevos ciudadanos: “nuestro estado” -dijo, en referencia a Texas – “es una tierra de migrantes. Somos un estado más rico gracias a las culturas que se han asentado en nuestra tierra”.
#ICYMI: 49 immigrants were sworn in as US citizens at a naturalization ceremony at the Bush Center where President and Mrs. Bush delivered remarks on #immigration and border security. Check out a photo recap: https://t.co/ejYDwsNxUH
— George W. Bush Presidential Center (@TheBushCenter) March 18, 2019
También hizo referencia a su historia de vida y dijo que “nunca hubiera conocido a su marido si sus suegros no hubieran decidido migrar de la costa este a la ciudad (texana) de Midland, durante el boom del petróleo”.
Por su parte, el expresidente Bush habló de las “generaciones de recién llegados [que] han dejado su huella en nuestro carácter nacional, en rasgos que los amigos en el extranjero todavía reconocen como claramente estadounidenses: nuestro optimismo, nuestra independencia y apertura a lo nuevo, nuestra voluntad de luchar y arriesgarnos, nuestro sentido de la vida como una aventura, dignificada por la libertad y responsabilidad personal”. (ECHA-Agencias)