Cacería contra periodistas: No hay garantías para la prensa en Bolivia

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Los manifestantes en Bolivia ya no solo protestan contra la situación del país, ahora la prensa también está en el foco de la rabia. ‘Un país dividido’, ‘una anarquía’, son las frases que más molestan y han desatado la furia contra los profesionales de la comunicación en La Paz, tanto locales como internacionales.

«Un país dividido» fue la frase que incomodó al opositor Luis Fernando Camacho mientras ofrecía declaraciones al canal argentino Telefé. El periodista Mariano García no dudó en cuestionar al líder opositor sobre la visible represión que acontece en la capital boliviana contra las protestas de los manifestantes en contraste con la calma de Santa Cruz.

Camacho negó el planteo de García y dijo que Bolivia estaba en paz. Después de varios insultos en vivo se alejó enojado del sitio donde estaba la prensa aglomerada. En encontronazo se hizo viral en redes sociales, donde se desató una campaña contra el corresponsal argentino.

En sus historias de Instagram, García denunció que tomaron fotos de sus redes sociales para tergiversar su imagen. De forma irónica, el periodista comentó que había sido señalado de «agente infiltrado del comunismo cubano-venezolano-ruso-chino-coreano del norte».

«No quiero ser demasiado largo, llevo junto a mis compañeros casi 48 horas sin dormir, estamos matados y lo que estamos haciendo es preguntar para tratar de entender…hacer periodismo, no es tan difícil ¿eh?», dice García en Instagram.

Además, señaló que responde a través de una red social porque «estas infamias y agresiones que no hacen más que sumar odio se dan en este ámbito» y «por culpa de este tipo de publicaciones ya nos están amenazando en la calle».

El periodista denunció como cuando estaba en la calle reportando, los manifestantes le señalaban por una foto y él no entendía qué le decían. La imagen que se viralizó en la redes muestra al periodista supuestamente indicando a los indígenas bolivianos que se tirasen al suelo en las calles para manipular las noticias.

«Hoy me hablaban de cosas que no entendía como la foto de la gente tirada en el piso y yo no entendía de que me estaban hablando…y era eso», contó el corresponsal argentino.

«Créanme que no me quiero victimizar, no es mi estilo pero a esto hay que ponerle un freno. A ustedes que les gusta navegar por mis redes sociales, tergiversar y sacar de contexto lo que se dice en la redes, ojalá puedan publicar esto que les estoy diciendo: más amor menos odio», concluyó en sus historias de Instagram.

Más denuncias

También el portal de noticias TN, denunció que su equipo junto con el de Crónica y Telefé fueron amenazados este jueves en Bolivia y las autoridades de Argentina en ese país buscan la forma de sacarlos por temor a que sufran ataques durante las coberturas periodísticas.

Los equipos habían viajado al vecino país a comienzos de esta semana para cubrir la renuncia de Evo Morales. Los periodistas transmitían en vivo cuando fueron amenazados por los manifestantes.

La periodista de TN, Carolina Amoroso, contó que hay un importante porcentaje de quienes protestan que expresan un fuerte enojo con la prensa local, pero también con la extranjera, describe el medio.

Mientras algunos grupos se manifiestan en contra de aquellos medios que no condenan un «golpe de Estado» en Bolivia, otros critican que no se hable de «fraude «en las elecciones del 20 de octubre, señaló Amoroso. Las amenazas son a través de actos violentos como insultos y lanzamiento de objetos contra los lugares donde se hospedan los periodistas, e incluso mientras hacen su trabajo en las calles.

La ministra de Comunicación del nuevo Gobierno, Roxana Lizárraga, había anunciado que «se aplicará la ley contra aquellos periodistas o pseudoperiodistas que estén haciendo sedición», ya sean nacionales o extranjeros.

En tono amenazante, la funcionaria llamó a realizar un «periodismo de honestidad» y a evitar la «convulsión social buscada por Evo Morales, la embajada de Cuba y Venezuela, que quieren ponernos de rodillas».

Por su parte, el embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, dijo que van a hacer lo imposible para rescatar a los periodistas porque no puede garantizar la seguridad. «Es una situación de caos y de anarquía», subrayó el diplomático.

Las reacciones de los argentinos en redes sociales no se hicieron esperar y comenzaron a denunciar el tratamiento del Gobierno de facto con la prensa internacional. (Sputnik)

Gobierno argentino pone a resguardo a periodistas

El Gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, puso este jueves a resguardo a periodistas argentinos que cubren la crisis en Bolivia, luego que se registraran agresiones a sus equipos de prensa durante las violentas protestas en las calles.

«Rescatamos y pusimos a salvo a los periodistas argentinos amenazados en Bolivia. Gracias Gendarmería por el compromiso permanente», declaró en Twitter la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich.

La ministra explicó en el canal A24 que algunos de los rescatados habían sido amenazados y estaban siendo rodeados en su hotel.

Asimismo, expresó que en este momento los periodistas pueden regresar en aviones regulares a Argentina, pero «en caso de situación de peligro» sugirió mandar el avión en el que miembros de Gendarmería se desplazaron hasta el lugar.

«El Gobierno argentino solicitó a las autoridades en ejercicio del poder en Bolivia velar por la seguridad e integridad física de los medios argentinos presentes en territorio boliviano, trabajando en la cobertura de los sucesos que son de público conocimiento», dijo la Cancillería argentina en un comunicado.

Las autoridades argentinas indicaron que «se continuará en seguimiento de la situación para asegurar la defensa de la libertad de prensa y la asistencia a los ciudadanos argentinos».

Por su parte, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) dijo a través de su cuenta en la red social Twitter que «repudia las agresiones y amenazas» a los equipos periodísticos de los canales de televisión argentinos A24, Crónica TV, Telefé y Todo Noticias «por parte de manifestantes en las calles» de La Paz.

«ADEPA se comunicó con el canciller argentino, Jorge Faurie, quien informó que desde la Cancillería y la Embajada Argentina en Bolivia se están llevando adelante gestiones para garantizar la seguridad de los miembros de los equipos periodísticos argentinos», dijo la entidad, que agrupa a 180 empresas periodísticas de Argentina.

Desde el 20 de octubre pasado, cuando se celebraron unas elecciones que la oposición acusa de fraudulentas, Bolivia vive jornadas de fuerte violencia, principalmente desde que el domingo pasado Evo Morales, que aseguraba haber sido reelegido, decidiera renunciar -así como gran parte de su Gobierno- y finalmente aceptar el lunes el asilo político ofrecido por México. EFE

FIP pide a Vizcarra acabar con impunidad de crímenes contra periodistas (Leer carta)

 

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