TORONTO/Canadá.- Los tres socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Canadá, Estados Unidos y México, inician mañana en Ottawa una nueva ronda negociadora para tratar de reformar el acuerdo comercial.
Las negociaciones de Ottawa, que se prolongarán hasta el 27 de septiembre, son la tercera ronda de conversaciones que los tres países mantienen desde agosto.
La primera se realizó en Washington y la segunda, a principios de septiembre, en la ciudad de México.
Durante estas dos rondas negociadoras, los tres países prácticamente se limitaron a poner sobre la mesa sus prioridades y objetivos, por lo que se espera que en Ottawa se inicien las discusiones en detalle sobre algunos de los puntos presentados.
Mientras, el gobierno canadiense está acelerando sus consultas con los principales sectores económicos y sociales del país para definir su estrategia negociadora.
Hoy, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, encargada por el primer ministro, Justin Trudeau, de dirigir las negociaciones, tenía planeadas una serie de reuniones en Toronto y Ottawa con organizaciones del país de cara al inicio de la tercer ronda negociadora.
A primera hora de la mañana, Freeland se reunió en Ottawa con el Consejo del TLCAN, un grupo de prominentes canadienses, entre ellos miembros del opositor Partido Conservador, que están asesorando al gobierno canadiense de cara a la renegociación del acuerdo.
Posteriormente Freeland tenía previsto celebrar un almuerzo de trabajo con el equipo original que negoció el TLCAN hace 23 años, incluido el entonces primer ministro del país, el conservador Brian Mulroney.
Y finalmente, Freeland y el ministro de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico tenían programada una reunión con representantes del sector de componentes del automóvil, una de las industrias que más podría sentir el impacto de la renegociación del TLCAN.
El sector automotriz es uno de los puntos más sensibles de las negociaciones. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado a los fabricantes de automóviles con la imposición de aranceles aduaneros de hasta el 35% en los vehículos producidos en México e importados a Estados Unidos.
Mientras, México y Canadá temen que cualquier acción de Washington en el sector, que está cuidadosamente integrado entre los tres países, desequilibre la cadena productiva.
Precisamente este jueves, un informe de uno de los principales bancos canadiense, Scotiabank, señaló que el sector automotriz norteamericano no necesita un cambio de normas tal y como quiere Washington.
El informe señaló que mientras que las normas actuales del TLCAN indican que los vehículos producidos en la región deben tener un 62.5% de contenido fabricado en los tres países para estar libres de aranceles, la cifra actual es del 75%.
«De hecho, la cadena de suministro del sector del automóvil en Norteamérica ha mantenido una relativa fuente estable de productos, pese a la emergencia de Asia, y especialmente China, como el gran exportador mundial de componentes del automóvil», indicó el estudio.
Además, añadió, cualquier acción para hacer las normas sobre origen más exigentes «probablemente reduciría la competitividad de la producción de automóviles de Norteamérica».
EFE/Foto: milenio.com