LIMA.- Un ciudadano canadiense es el principal sospechoso del asesinato de la lideresa del pueblo amazónico shipibo-konibo Olivia Arévalo, quien murió este jueves tras recibir varias disparos de un arma de fuego, informaron hoy medios locales.
La información fue adelantada por la viceministra peruana de Interculturalidad, Elena Burga, quien declaró al canal estatal TV Perú que las autoridades investigan el móvil del crimen.
«A todos nos ha sorprendido la muerte de ella, lo que sí se sabe es que es un ciudadano canadiense, por lo visto, el que ha cometido el crimen; pero se están haciendo las investigaciones para saber cual es el móvil, qué fue lo que pasó realmente», indicó la viceministra.
Burga agregó que el Ministerio de Cultura «está ahí detrás» de las investigaciones y coordina con las autoridades «para ver qué es lo que ha pasado», además de acompañar a la familia de la víctima «para ayudarlos en lo que sea necesario».
«La verdad es que la Policía está ahí, están haciendo todo el trabajo, no creemos que esto pueda volver a ocurrir; sin embargo, las autoridades están viendo el caso, para que se esclarezca si es un tema personal o un tema de acoso a más líderes indígenas, eso se está viendo ahí», remarcó.
Viceministra peruana de Interculturalidad, Elena Burga.
La versión de que Arévalo fue asesinada por un canadiense también fue difundida por la organización Servindi, dedicada a la comunicación intercultural, que citó a representantes de organizaciones de indígenas que confirmaron esa información.
Servindi citó en su página en Internet a testigos del crimen, quienes señalaron que el presunto asesino hizo cantar a Arévalo un «ícaro» (canto de curación), tras lo cual dio dos disparos al aire y otros tres contra la lideresa indígena, que le causaron la muerte.
Arévalo, quien era una reconocida defensora de los derechos culturales del pueblo shipibo-konibo, fue asesinada el jueves cuando se encontraba en su casa en la comunidad de Victoria Gracia, en la región amazónica de Ucayali, según reportó la Federación de Comunidades Nativas de Ucayali y Afluentes (Feconau).
Este viernes, el primer ministro de Perú, César Villanueva, afirmó que está «muy consternado» por el asesinato de Arévalo y prometió que este «no quedará impune».
Las organizaciones que integran el Foro Social Panamazónico (Fospa) también lamentaron y condenaron en un comunicado el crimen y afirmaron que se trató de «un nuevo feminicidio político«.
«La señora Olivia era una reconocida curandera y maestra que defendía los conocimientos ancestrales de su pueblo y los transmitía a su comunidad y su pueblo para conservar su cultura. Una mujer cuya única arma era la sabiduría del conocimiento del uso de las plantas», agregaron.
La organización exigió al Estado peruano «una investigación inmediata y con la debida diligencia que permita identificar» a los responsables del crimen, «así como su máxima sanción y una justa reparación a la familia de Olivia, a la comunidad Shipibo-Konibo».
El jueves, tras informarse del asesinato, el pleno del Congreso peruano guardó un minuto de silencio en memoria de la lideresa, mientras que la Defensoría del Pueblo repudió el asesinato y anunció que hará un seguimiento a las investigaciones de la Policía y la Fiscalía sobre el crimen.
EFE/Foto: tiempo26.com