Los damnificados de la zona de Carapongo, en Lurigancho-Chosica, están agradecidos por las muestras de solidaridad del pueblo peruano, que se traducen con el envío de carpas, medicinas, ropa, alimentos y agua potable.
Sin embargo, lo que ellos piden ahora con urgencia es la instalación de baños portátiles asépticos y agua para su aseo personal, a fin de prevenir la aparición de enfermedades.
A 10 días de que el río Rímac se desbordara, e inundara varias asociaciones de viviendas, los pobladores de Carapongo, dicen que la comida no les falta y que son atendidos por profesionales de la salud que llegan a la zona diariamente.
Hugo Casas, presidente de la Asociación Los Álamos, manifestó que la mayoría de damnificados se dedican a la agricultura y que con este desborde del río han perdido todos sus sembríos.
“La Municipalidad de Lima ha entregado carpas, alimentos y ayuda humanitaria. Pero lo que hemos pedido hace días son los baños portátiles, que es una prioridad”, manifestó el dirigente en declaraciones a la agencia Andina.
Durante un recorrido por el campamento donde se han instalado decenas de carpas, se puede observar a las más de 400 familias que han perdido sus viviendas y bienes personales por las inundaciones.
Unos reiteraban la necesidad urgente de instalar baños portátiles, otros exigían el pronto empadronamiento que se han comprometido a realizar las autoridades municipales entre los damnificados para ser considerados en los programas de reconstrucción de las zonas afectadas por las lluvias.
Otro grupo culpaba a la actividad industrial levantada en la zona de que se hayan debilitado los diques que habrían generado el desborde del río Rímac, mientras otras familias señalaban como causantes de su desgracia a las obras de construcción de la ampliación de la autopista Ramiro Prialé.
Pero, en medio de todo este panorama, no dejaba de llegar la ayuda humanitaria, medicinas, alimentos de parte de ciudadanos que venían de otros distritos de Lima.
“Hemos venido del Rímac, Pueblo Libre, El Agustino, Puente Piedra, La Molina. Hemos traído desayunos, pan, cuáquer, agua, huevos. Es importante que todos nos pongamos la mano en el corazón, que dejen la zona de confort y que vengan a ayudar, cualquier apoyo es bienvenido”, manifestó una voluntaria.
ANDINA/Video TV Perú