Los peces dorados podrían ser las mascotas más populares entre los amantes de los acuarios. Al igual que la mayoría de los seres vivos, estos peces de agua dulce requieren de oxígeno para sobrevivir. No obstante, durante los largos períodos de invierno, cuando los ríos y lagos se cubren de hielo, ¿cómo se las ingenian para subsistir?
Un grupo de investigadores británicos y noruegos ha descubierto que, en su hábitat natural, estos peces pueden sobrevivir meses sin oxígeno gracias a una peculiar capacidad que les ha otorgado la naturaleza: producir su propio alcohol.
Funcionamiento del mecanismo
Usualmente, las células obtienen energía al descomponer los azúcares, para lo que necesitan oxígeno. Cuando este escasea en nuestros vasos sanguíneos, las células recurren a la llamada respiración anaeróbica, produciendo grandes cantidades de ácido láctico como producto final. Esta es la razón por la cual nuestros músculos duelen cuando hacemos muchos ejercicios: agotadas las reservas de oxígeno, nuestro cuerpo produce ácido para restablecer rápidamente la energía perdida.
Sin embargo, grandes cantidades de ácido láctico pueden ser dañinas para la salud.
Es por esto que, cuando los niveles de oxígeno en el agua bajan a niveles alarmantes, los peces dorados –Carassius auratus– y sus parientes de la familia de las carpas se las arreglan gracias a su capacidad para transformar los carbohidratos del ácido láctico en alcohol etílico, que luego es desechado al agua.
De hecho, en los días más duros, los niveles de alcohol en sus cuerpos alcanzan niveles tan elevados que, si estuviesen manejando un vehículo, estarían por encima del límite legal de cualquier país. Así que, si alguna vez ves a tu mascota preferida nadando de lado y en zigzag, no te olvides de encender la bomba de aire de su pecera para que respire.
Fuente: sputniknews.com