NACIONES UNIDAS.- Casi un centenar de cascos azules fallecieron el pasado año en operaciones de paz, lo que eleva a más de 3,800 el total de muertos desde que se iniciaron estas misiones en 1948. Este viernes, la ONU rindió tributo a todos ellos.
«Nuestros héroes caídos estaban unidos en sus esfuerzos para ayudar a Naciones Unidas a cumplir con su objetivo más importante: salvar a más generaciones del flagelo de la guerra», señaló el secretario general, Antonio Guterres, en un discurso.
El diplomático portugués encabezó los actos de este viernes, que arrancaron con la colocación de una corona de flores en el memorial que recuerda a los miembros de las operaciones de paz fallecidos en servicio.
Situado en los jardines de la sede central de la ONU, el discreto monumento acogió un minuto de silencio al que acudieron numerosos altos cargos de la organización y representantes militares, policiales y civiles de multitud de países.
Allí, Guterres reconoció que su mayor preocupación a día de hoy es asegurar que se haga todo lo posible para garantizar la seguridad de los miembros de las misiones de paz.
«Siento una responsabilidad directa de hacer todo lo que está en mi mano y pedir a mis colegas que hagan todo lo posible para reducir los riesgos de aquellos que tanto están haciendo para nuestra causa común», señaló.
Todos los días, los cascos azules protegen a mujeres, niños y hombres, poniendo sus propias vidas en peligro.
— @AntonioGuterres les da por ello las gracias y agradece también la contribución de los países que aportan tropas a las misiones de paz. https://t.co/2vqTmyQs52 pic.twitter.com/st8qSg7OYe
— Naciones Unidas (@ONU_es) May 24, 2019
En el 2018, 98 miembros de misiones de paz (incluyendo militares, policías y civiles) murieron mientras trabajaban, una gran mayoría en las operaciones desplegadas en la República Centroafricana, Mali, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
Aunque se trata de la cifra más baja en una década, Guterres insistió en que sigue siendo un número «inaceptable».
Desde hace unos 15 años, los fallecidos han superado casi siempre el centenar, con un importante pico en el 2010, cuando se registraron 173 bajas.
En toda la historia de las misiones de paz, únicamente 1993 fue peor, cuando murieron 252 cascos azules, una mayoría durante la guerra civil en Somalia.
Según la ONU, los peligros se han multiplicado en esta década, sobre todo en varios países africanos, donde los pacificadores intervienen en conflictos abiertos y donde se han convertido en blanco directo de ataques cada vez más sofisticados.
Por ello, Guterres insistió en que es necesario mejorar la formación y el equipamiento de las tropas y asegurar que los mandatos que se les encomiendan sean «realistas».
El jefe de la organización entregó este viernes 119 medallas póstumas a cascos azules fallecidos el 2018 y comienzos del 2019, un reconocimiento que lleva el nombre de Dag Hammarskjöld, el secretario general de la ONU que murió en 1961 durante una misión en África.
Además, hizo entrega a título póstumo de la «Medalla Capitán Mbaye Diagne al Valor Excepcional» al soldado de Malawi Chancy Chitete, que murió el pasado noviembre en la República Democrática del Congo al salvar a un compañero herido durante un ataque.
Las fuerzas de la ONU, que actuaban contra un grupo armado que impedía las operaciones de respuesta al brote de ébola en el país, se vieron envueltas en un intenso tiroteo en el que un soldado tanzano resultó herido, quedando a merced del fuego enemigo.
Al verlo, Chitete dejó su unidad y logró salvar a su camarada, que pudo sobrevivir, pero fue alcanzado por disparos que resultaron mortales.
Familiares del militar viajaron a Nueva York para recibir la medalla, que se ofrece de forma «muy excepcional» a personal que va más allá del deber y hace una gran demostración de valor, según destacó el jefe de las operaciones de paz, Jean-Pierre Lacroix.
De hecho, desde su creación en el 2014 es la primera vez que la organización distingue a alguien con ella, más allá del galardón inicial que se dio al capitán senegalés que le da nombre y que fue asesinado en 1994 tras haber salvado la vida de centenares de personas durante el genocidio de Ruanda.
"Más de 1 millón de mujeres y hombres han servido para la paz bajo la bandera de la ONU. La mayoría han vuelto a sus hogares y con sus seres queridos. Hoy, honramos a los que no han podido". — @AntonioGuterres, en homenaje a los cascos azules caídos: https://t.co/qA21UH6bQ3 pic.twitter.com/EEkaxytgr3
— Naciones Unidas (@ONU_es) May 24, 2019
EFE/Mario Villar
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