La Fiscalía de Perú ha advertido que el expresidente Pedro Castillo empezó a gestionar la solicitud de asilo en México para su mujer, Lilia Paredes, ya en agosto de 2022, varios meses antes del intento frustrado de arrogarse más funciones y que derivó en su destitución y detención.
El Ministerio Público ha trasladado esta información en el marco de una investigación, adelantada por el diario El Comercio que apunta a que el subsecretario presidencial Beder Camacho habría sido el encargado de gestionar el asilo con las autoridades mexicanas.
De acuerdo con estas informaciones, Camacho se reunió a mediados de agosto con el embajador venezolano en Lima, Alexander Yáñez, para gestionar el asilo no solo de Paredes, sino también del exministro de Transportes Juan Silva y de Fray Vásquez, sobrino de Castillo.
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En este encuentro, Yáñez habría trasladado a Camacho la predisposición de las autoridades venezolanas para conceder asilo político a Paredes, Silva y Vásquez, si bien le recomendó también ponerse en contacto con las autoridades diplomáticas mexicanas.
Según recoge La República, la Fiscalía ha presentado estas conversaciones entré Camacho y Yáñez como argumento para respaldar su solicitud de requerimiento de prisión preventiva contra Paredes, pues consideran que confirma que ya habría tratado de eludir la justicia antes incluso de la expulsión de Castillo como presidente.
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Paredes y sus hijos se encuentran a día de hoy en México, donde han recibido asilo político en el marco de la causa abierta en Perú en su contra por acusaciones de participar en una organización criminal.
Las autoridades peruanas dieron su visto bueno al asilo para Castillo y sus hijos en México, si bien advirtieron de que presentarían una solicitud de extradición en cualquier momento si así lo consideraba Lima.
Europa Press- Foto Flickr